La Guardia Civil había movilizado a varias de sus patrullas y un equipo de negociadores después de que el hombre respondiera de forma amenazante a una patrulla que había acudido a su casa para detenerle por otro delito, y se encerrara en el domicilio.

Los agentes habían comprobado que en la vivienda estaba su madre, una mujer de avanzada edad.