El equipo de perros de la Guardia Civil adiestrados en la localización de cadáveres enterrados ha llevado a cabo este jueves una segunda operación en Mallorca. 

Tras el rastreo infructuoso de una finca de sa Porrassa, en Calvià, cerca de donde desapareció la adolescente Malén Ortiz en 2013, el grupo especial se ha desplazado a una finca rústica de Binissalem donde se sospecha que pudo ser asesinado Antonio Llabrés Mayrata en 2020.