A la hora de describir lo que acontece en la calle de Ferraz conviene destacar diferentes elementos. El primero, los grupos que lideran los disturbios: Los radicales que no dudan en atacar la línea policial que protege la sede del Partido Socialista en Madrid, La mayoría muy jóvenes y que con frecuencia acaban enturbiando la recurrente protesta en Madrid. Dicho esto, los perfiles visibles en primera fila son diversos: hemos llegado a ver a gente ataviada con accesorios propios de los Tercios españoles, con biblias, con crucifijos. Hemos asistido a rezos. Imágenes de diputados nacionales fiscalizando la actuación policial, es el caso de Javier Ortega-Smith, de Vox. Y constancia de que este fin de semana se incautó una pistola a un militar que asistió a la protesta. En cuanto a la simbología es común: la presencia de banderas de España agujereadas sin el escudo nacional, mostrando rechazo al actual régimen constitucional. Es lo más reseñable de unas movilizaciones que siguen contando con la presencia de cientos de personas a diario.