El Ayuntamiento ha prescindido de decretar día festivo el próximo 20 de enero. Sant Sebastià será laborable pese a la tradición arraigada que tiene el patrón en Palma, una decisión que ha generado división entre comerciantes y vecinos. 

Muchos trabajadores deberán acudir a sus puestos de trabajo, habrá que pagar por aparcar en zona ORA y las tiendas tendrán que abrir en el horario habitual.