Después de dos años de pandemia el programa del Sant Sebastià popular —o alternativo— pudo celebrarse con normalidad, incluyendo un multitudinario y colorido encuentro de cofradías en la plaza Llorenç Bisbal.

La plaza fue una pista de baile mientras las cofradías anudaban los pañuelos que las distinguen en el brazo incorrupto de Sant Sebastià.