Desde el primer tema, Voy a pasármelo bien, las intenciones del cuarteto madrileño estaban claras, las mismas que las de los 18.000 asistentes al espectáculo gratuito en Son Fusteret, lleno de nostálgicos que fueron jóvenes hace cuatro décadas y de nuevas generaciones que siguen la estela musical de sus progenitores.

Para disfrutar de la «fría noche», como repitió en un par de ocasiones, David Summers propuso «calentarla entre todos cantando un montón de canciones que os sabéis de memoria».