El concierto de Hombres G en Palma reúne a nostálgicos y nuevas generaciones

El último evento de las fiestas de Sant Sebastià congrega a 18.000 asistentes entre quienes fueron jóvenes en la década de los 80 y nuevos seguidores

VÍDEO | Así ha sido el concierto de Hombres G en Palma, el último evento de las fiestas de Sant Sebastià

Raquel Galán

Raquel Galán

Raquel Galán

Por mucho que pasen 40 años, hay cosas que nunca cambian, deben de pensar en Hombres G. En cuanto David Summers cantó el final del estribillo «suéltate el pelo y luego si quieres...», desde las primeras filas del concierto lanzaron un sujetador y después otro. El cantante del grupo pop que arrasó en la década de los 80 y anoche en Palma cogió el rojo, que llegó hasta el escenario, y lo miró con cara de circunstancias.

Lo que sí cambió respecto a su época dorada fue la cantidad de niños que asistieron junto a sus familias a este último baile de las fiestas de Sant Sebastià. Al líder de la popular banda le entusiasmó. «Qué maravilla haber venido con vuestros hijos. Me encanta ver a los chiquillos cantar como locos», afirmó justo antes de dedicarles «una de las canciones más bonitas», la titulada Te quiero, que no han «dejado de tocar ni una sola noche», aseguró.

Desde el primer tema, Voy a pasármelo bien, las intenciones del cuarteto madrileño estaban claras, las mismas que las de los 18.000 asistentes al espectáculo gratuito en Son Fusteret, lleno de nostálgicos que fueron jóvenes hace cuatro décadas y de nuevas generaciones que siguen la estela musical de sus progenitores.

Para disfrutar de la «fría noche», como repitió en un par de ocasiones, Summers propuso «calentarla entre todos cantando un montón de canciones que os sabéis de memoria». Los fans empezaron a demostrarlo coreando parte del segundo tema, El ataque de las chicas cocodrilo, y los acérrimos entonaron los menos conocidos y las canciones más lentas.

Canciones lentas y marchosas

Llegaron tras el calentamiento inicial, con letras de amor como las de Si no te tengo a ti, Un par de palabras, muy coreada en cuanto David Summers dirigió el micro hacia el público, Te necesito y otras muchas. El cambio de registro para comenzar a pegar botes y quitarse el frío del cuerpo (hacía nueve grados) se produjo después de la citada Te quiero.

Cuando sonaron los primeros acordes de Indiana, los miles de espectadores supieron que había que empezar a bailar marchosamente. Era el momento de Suéltate el pelo, de presentar a los miembros de la banda que el año pasado cumplió 40 años, de darlo casi todo con «la canción dedicada a los borrachos», Visite nuestro bar, y corear al unísono Marta tiene un marcapasos.

Parecía un buen y animado broche para el último concierto de las fiestas de Sant Sebastià (anoche sin lluvia) y Hombres G abandonó el escenario, aunque los seguidores sabían con certeza que no iban a quedarse sin cantar Devuélveme a mi chica, por lo que empezaron a cantarla. Summers volvió frente al público y les pidió que encendiesen las linternas de sus móviles para acompañarle con Temblando. Continuaron los bises con la famosa Venezia y el broche final lo puso la esperada canción del mamón amenazado con polvos picapica.