Juicio a un hombre que hizo mil fotos a una niña vecina suya en su dormitorio a través de una ventana en Palma

El acusado captó imágenes de la menor, en ocasiones desnuda, durante al menos dos años en Palma

El sospechoso, que se enfrenta a seis años de cárcel, alega que eran una especie de trofeo y que no elaboraba material pedófilo

El acusado, ayer durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal de Palma. | M.O.I.

El acusado, ayer durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal de Palma. | M.O.I.

Marcos Ollés

Marcos Ollés

El fiscal ha solicitado hoy una condena de seis años de cárcel para un hombre acusado de realizar casi mil fotos a una vecina suya de 14 años en su dormitorio a través de una ventana en Palma. El espionaje se prolongó durante al menos dos años e incluía imágenes de la niña semidesnuda. La madre de la víctima, que ejerce la acusación particular a través del abogado David Salvà, reclama por su parte 19 años y medio de prisión. En el juicio celebrado en un juzgado de lo penal, el acusado reconoció haber captado las imágenes de la menor, pero alegó que eran una suerte de trofeo y negó que tuvieran connotación sexual.

Fue la propia víctima quien descubrió un teléfono móvil grabándola a través de la ventana de su dormitorio cuando estaba cambiándose de ropa el 12 de marzo de 2020. El espía era su vecino de al lado, un informático de 39 años que sacaba el terminal desde una ventana de su domicilio y estiraba el brazo hasta captar el cuarto de la menor. «Escuché unos gritos muy fuertes, desgarradores. Encontré a mi hija gritando como una loca. ¡Un teléfono!, decía», explicó en el juicio la madre de la menor. «Vi la ventana del vecino abierta y fui a pedir explicaciones», narró la mujer, que presentó una denuncia ante la Policía Nacional.

Material informático incautado al acusado por la Policía. | POLICÍA NACIONAL

Material informático incautado al acusado por la Policía. | POLICÍA NACIONAL / marcos ollés. palma

Los investigadores requisaron teléfonos, ordenadores y otros dispositivos informáticos al vecino acusado. Encontraron 933 fotografías de la niña en su habitación y en 18 de ellas aparecía semidesnuda. Las más antiguas databan de julio de 2018, casi dos años de que se descubrieran los hechos. En algunas imágenes aparecía también el hermano de la niña, que tenía entonces 10 años. El sospechoso fue detenido y como media cautelar se le obligó a abandonar el edificio en el que residía la familia perjudicada.

La madre de los dos menores afirmó en el juicio que el espionaje ha tenido graves consecuencias para todos ellos, especialmente para su hija. «Cambió completamente. Empezó a ducharse vestida, se sentía vigilada todo el tiempo. En los estudios cayó en picado porque anímicamente no estaba bien. Tuvimos que irnos a vivir a un pueblo porque en Palma no se sentía segura. Nos ha destrozado la vida. Merecemos justicia», sentenció la mujer.

Un trofeo

El acusado admitió en su declaración ser el autor de las imágenes de la niña incautadas en su teléfono móvil, pero rechazó que se tratara de material pedófilo. Argumentó que conseguir las fotografías de la menor eran como un logro o un trofeo, pero aseguró que no hacía ningún uso de estas imágenes.

Al finalizar el juicio, la acusación particular reclamó para el acusado penas que suman 19 años y medio de prisión por delitos de pornografía infantil, revelación de secretos y lesiones, así como indemnizaciones que suman 100.000 euros para los dos menores y su madre.

El fiscal, que solo imputaba al encausado un delito de revelación de secretos, incluyó finalmente también el de pornografía infantil y elevó su petición a los seis años de cárcel. Como compensación solicita 5.000 euros para la niña, que fue diagnosticada de un trastorno de adaptación con ansiedad y ha precisado asistencia psicológica. El caso quedó visto para sentencia.