Juicio por violación a una mujer en Palma por sumisión química: "Después de tomar el gintonic, perdí la conciencia"

La fiscal pide doce años de cárcel para el acusado por un presunto delito de agresión sexual

El acusado de violación a una mujer con sumisión química, en el juicio.

El acusado de violación a una mujer con sumisión química, en el juicio. / B.PALAU

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

"Después de tomar un gintonic, perdí la conciencia". Con estas palabras de la denunciante de una presunta violación mediante sumisión química, de 36 años, ha descrito este lunes en la Audiencia de Palma cómo fue su sensación después de que el ahora acusado le invitara a una consumición en un bar de copas de Ciutat. "Recuerdo que le tenía encima de mí y me daba asco", ha puntualizado. Por su parte, el procesado ha negado en todo momento en su comparecencia que la hubiera forzado y ha asegurado que fueron relaciones sexuales "consentidas". La fiscal le pide 12 años de prisión por un presunto delito de agresión sexual.

Durante su comparecencia, la denunciante ha declarado entre sollozos que sus recuerdos de la noche del 25 de febrero de 2023 eran muy borrosos. "Llegamos allí (ella y una amiga) después de comer y estábamos solas en la barra. Dejamos los bolsos en las sillas porque no había nadie. Luego entró él y se acercó a nosotras", ha explicado. El individuo se aproximó a ellas y se decidió a pagarle consumiciones. A partir de ese momento comenzó a sentirse mal.

"Me quedé sin fuerzas. Quería ir al baño y no podía. No me podía mover", ha abundado la denunciante. Esta mujer tampoco ha acertado a explicar cómo llegó a su domicilio, situado a escasas manzanas de distancia de este establecimiento. Al salir del mismo, una camarera de un restaurante la abordó para que pagara la cena que había tomado con su amiga y no la habían abonado. "Le vi a él abrazado a ella. Le patinaba la lengua y se tambaleaba al andar", ha descrito la empleada al declarar en la sala.

Durante el corto trayecto a su domicilio, la denunciante lo recuerda en mitad de una nebulosa. "Las luces me molestaban y a él lo tenía a mi alrededor todo el tiempo", ha señalado. En el transcurso de su comparecencia, esta mujer ha asegurado que también ha olvidado el grueso de la presunta violación. "No recuerdo haberme desnudado. Solo le tenía pegado a mí. No tenía fuerzas para empujarle", ha proseguido. "Le decía no, no, no y él seguía".

"Pórtate bien, si no te acordarás de mí"

No fue hasta las siete de la mañana cuando esta mujer empezó a recuperarse. "Le dije que iban a venir unas amigas a casa para irnos de excursión y logré que se marchara". Al poco tiempo recibió un mensaje de él por WhatsApp, que ella interpretó como claramente amenazante. "Pórtate bien. Si no te portas bien, te acordarás de mí", rezaba el texto.

La mujer acudió en primera instancia a un PAC y de ahí la derivaron a Son Espases. Tras hacerle análisis en el hospital, le encontraron restos de fármacos susceptibles de causar la sumisión química. La Policía Nacional le aconsejó en el centro sanitario que denunciara lo ocurrido. "Fui a mi farmacia con el listado y me aseguraron que nunca los había tomado", ha resaltado.

La víctima ha indicado que desde entonces se encuentra incapaz de mantener relaciones sexuales y se encuentra de baja en su trabajo, como abogada en el Ayuntamiento de Palma. La psicóloga Noelia Gabaldón ha explicado ante el tribunal que la paciente presenta "claros síntomas de un trastorno de estrés postraumático". La especialista ha abundado que en su caso la recuperación es lenta. "Le cuesta no revivir la situación".

Por su parte, el acusado, de 38 años y de nacionalidad hondureña, ha negado categóricamente que hubiera administrado a la víctima medicamentos para anular su voluntad. "Fueron relaciones sexuales consentidas", ha remarcado. Durante su comparecencia, se mostró desafiante con la fiscal. "¿Usted estaba allí y me vio poner las pastillas?", ha inquirido. También ha dado una versión diametralmente opuesta a la de la denunciante. Hasta el punto de que ha asegurado que fue ella la que llevó la iniciativa. "Pido vídeos del establecimiento para demostrar mi inocencia", ha reiterado en varias ocasiones

La fiscal solicita para el procesado, además de los doce años de cárcel, una indemnización de 25.000 euros para la víctima y una orden de alejamiento durante 20 años. También ha planteado rebajar la pena a cambio de la expulsión del encausado del territorio nacional durante una década.