Testigos de la explosión de Andratx: "Las ventanas reventaron y entró como un vendaval"

Policía Local y Guardia Civil mantienen cortada la calle Nord ante el riesgo de derrumbe del inmueble destruido por una deflagración de gas butano

Xavier Peris

Xavier Peris

«De repente las ventanas reventaron y entró como un vendaval. Cuando salimos a la calle vimos que la casa de al lado había desaparecido, estaba reducida a escombros». La pareja que vive en la casa contigua a la que reventó el lunes por la noche por una explosión de gas butano en la calle Nord de Andratx relataban así cómo vivieron el siniestro. Los vecinos y una patrulla de la Guardia Civil que se encontraban en las cercanías fueron los primeros que asistieron a la víctima, un hombre de 53 años que sufrió gravísimas quemaduras. El residente en la planta baja estaba milagrosamente indemne, pese a que la casa se derrumbó alrededor suyo, y salió a la calle por su propio pie. También quedó destruido un coche que estaba aparcado en la calle.

De inmediato se puso en marcha un operativo de emergencia en el que participaron Bombers de Mallorca, Policía Local, Guardia Civil y el 061. Los bomberos sofocaron el incendio que se produjo la explosión, mientras que una ambulancia trasladaba a Son Espases al herido, un hombre de 53 años que tenía quemaduras en el 40% de su cuerpo, y que posteriormente fue evacuado en avión al hospital Vall d’Hebron de Barcelona, donde permanece en estado crítico. La causa del siniestro fue un escape de gas butano. El mismo herido alcanzó a comentar, antes de ser evacuado, que acababa de encender una estufa de butano y había ido a la cocina cuando se produjo la explosión. Esto le salvó la vida, ya que la deflagración no le alcanzó de lleno. Su mujer no estaba en la casa porque estaba cuidando de su padre enfermo.

La calle sigue cortada

Policía Local y Guardia Civil mantenían ayer cortados los accesos a la calle Nord, ya que parte de la casa siniestrada seguía en pie, en una situación extremadamente inestable y podía venirse abajo en cualquier momento. Otras tres casas de los alrededores sufrieron grandes daños, y en varias más se rompieron las ventanas. Hoy, sin embargo, solo permanecía desalojada la familia del inmueble contiguo, pendiente de los informes de los técnicos municipales para saber si podrían volver a su domicilio. «La calle no se abrirá hasta que los técnicos confirmen que no hay peligro, aunque seguramente habrá que derribar las partes de la casa que amenazan con caer», explicó el jefe de la Policía Local, Daniel Cánovas.