Habla el superviviente de la explosión de Andratx: "Me cayó la casa encima, pero he salido ileso. Ha sido un milagro"

El vecino de la calle Nord estaba durmiendo en la cama cuando se produjo el siniestro, pero pudo salir por sus propios medios

Roger Ramis

Roger Ramis / B. Ramon

Xavier Peris

Xavier Peris

"Ha sido un milagro, todavía no me lo explico". Roger Ramis, de 61 años, vivía en la planta baja de la calle Nord de Andratx donde anoche se produjo una explosión de gas butano que redujo la casa a escombros. Ramis relata que estaba durmiendo en la cama cuando toda la casa se desplomó sobre él. Sin embargo, no le alcanzó ningún escombro y pudo salir por sus propios medios de entre la nube de polvo y humo.

Su perro Troy, un podenco de seis años, no tuvo tanta suerte y permanece todavía sepultado bajo las ruinas en las que se ha convertido la casa. La situación del inmueble es muy inestable, con bloques sostenidos en un equilibrio precario, por lo que los bomberos no han podido acceder a su interior. No será posible hasta que se retiren todas las paredes y partes de la estructura que amenazan con caer.

Así que, mientras tanto, Roger Ramis no ha podido ni recuperar el teléfono móvil. Este vecino de Andratx, que trabaja como yesero, salió de entre los escombros descalzo y en pijama. Ha pasado la noche en casa de un amigo, y ahora está pendiente de que los servicios municipales le faciliten un lugar donde vivir. No sabe todavía donde se alojará los próximos días. Va vestido con las prenda que le han dejado los vecinos.

"Yo estaba durmiendo, cuando la casa me cayó encima", comenta esta mañana, recordando el siniestro ocurrido la noche anterior, sobre las once menos cuarto. "Pero milagrosamente no me tocó ni uno de los cascotes que cayeron, y me dio tiempo a salir".

El vecino se percató de inmediato de que toda la estructura estaba a punto de desplomarse, en un equilibrio precario. "Ahora mismo no tengo nada". comenta, "no he podido recuperar ni el móvil. He pasado la noche en casa de un amigo y los vecinos me han prestado ropa. Todavía no sé qué voy a hacer, pero al menos estoy vivo. Y menos mal que mi novia no vino anoche a verme".

Así ha quedado la calle Nord de Andratx tras la explosión de una bombona de butano

B. Ramon