Incendio de contenedores en Palma

Vecinos de Pere Garau, desesperados: "Llevamos cuatro años aguantando una pesadilla"

Residentes en la calle Francesc Pi i Maragall relatan los continuos problemas provocados por una familia de okupas: gritos, peleas, drogas y lo último, el fuego en una batería de depósitos de basura

La batería de contenedores arrasada por el fuego en la calle Francesc Pi i Margall.

La batería de contenedores arrasada por el fuego en la calle Francesc Pi i Margall. / DM

Xavier Peris

Xavier Peris

"Llevamos cuatro años aguantando una pesadilla, es insoportable". Uno de los vecinos de la calle Francesc Pi i Margall, donde en la noche del domingo se produjo un incendio intencionado que destruyó una batería de contenedores y causó grandes daños en coches y en la fachada de un edificio, relata los continuos problemas que han provocado el presunto autor del fuego y su familia, que viven como okupas en un piso de la finca afectada.

Según explican varios de los residentes en la zona, esta familia, formada por una pareja con dos niños pequeños y otros familiares, todos de nacionalidad colombiana, han provocado constantes incidentes desde que se instalaron en una de las viviendas, hace cuatro años. "La Policía les conoce bien", explican, "porque han tenido que venir a menudo. Son drogadictos y alcohólicos, muy violentos, han tenido incidentes de violencia de género y violencia familiar, y hace un mes se llevaron a la mujer detenida por amenazar al hombre con un cuchillo".

VÍDEO | Gran alarma por un incendio de contenedores en la barriada de Pere Garau de Palma

DM

El último incidente, el domingo por la noche, fue el peor. Los testigos explican que oyeron una fuerte discusión a gritos, y poco después se produjo el incendio en la batería de contenedores. Mientras los bomberos todavía estaban trabajando en la extinción la Policía logró identificar y detener al presunto responsable, un hombre colombiano de 31 años. "Fue muy grave, pero podría haber sido mucho peor", comenta otro de los vecinos. "La escalera se llenó de humo y no podíamos salir al exterior, tuvimos que llamar puerta por puerta a los inquilinos, algunos gente mayor, porque no se habían enterado".

Los residentes comentan que la familia ha protagonizado varias peleas anteriormente, también alquilan habitaciones y por el piso han pasado decenas de personas en los últimos meses. "La situación se ha vuelto insostenible", afirman.