La Guardia Civil desmantela un violenta banda de atracadores con conexiones en Ibiza

Los investigadores han detenido a 16 personas en ocho registros, han intervenido 126.000 euros en efectivo, cinco coches de alta gama, joyas, lingotes de oro, armas de fuego y blancas

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Un violento asalto en un domicilio en la localidad valenciana de Bétera, donde se encontraba una familia con dos niños, puso de manifiesto la existencia de una banda de delincuentes con conexiones internacionales y en Ibiza. La Guardia Civil ha detenido a 16 personas en ocho registros, se ha incautado de cinco vehículos de gama alta, 126.000 euros en metálico, joyas, lingotes de oro, armas de fuego y blancas.

El punto de arranque de la denominada operación Neckars tuvo lugar después de un violento asalto en un domicilio de la localidad valenciana de Bétera. Todos los miembros de una familia, incluidos dos menores, sufrieron lesiones. Estas fueron causadas con objetos contundentes y amenazaban a los hijos con matar a sus padres delante de ellos si no accedían a sus pretensiones.

Una vez que los asaltantes se marcharon del inmueble, las víctimas de esta familia de Bétera reconocieron a la Guardia Civil haberles entregado, joyas, relojes y otros efectos por valor de 175.000 euros. Los afectados aportaron datos de los atracadores e indicaron a los investigadores del instituto armado que eran delincuentes de Europa del Este. Estos iban ataviados con ropa técnica oscura, intercomunicadores y diversas herramientas.

Gracias a la toma de la matrícula del vehículo que utilizaron, el modelo y el color, los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil localizaron el coche en una vivienda la localidad valenciana de El Puig de Santa María. Tras la entrada y registro en el inmueble, los agentes del Laboratorio Criminalístico lograron extraer una huella parcial. Esta pertenecía a un delincuente albanés, al que le constaban numerosos atracos en su país y en España. A través de Interpol le consta una requisitoria por una docena de atracos con un arma de fuego.

Las pesquisas prosiguieron y los investigadores de la Guardia Civil lograron identificar al resto de la banda. Estos se encontraban escondidos en una vivienda de alquiler, donde se hacían pasar por futbolistas. A medida que avanzaron las indagaciones, se localizaron el resto de sus domicilios. Residían ocasionalmente en Ibiza, Arganda del Rey (Madrid), Burriana (Castellón) y Mislata (Valencia). De esta forma detuvieron a los tres presuntos asaltantes, que ingresaron en prisión.

A partir de este momento, la investigación del instituto armado fue encaminada a averiguar quién hizo el encargo para perpetrar el violento asalto a un domicilio familiar en Bétera. Se trataba de dos hermanos, ambos empresarios chinos. Tras ser detenidos, el juez envió a prisión a uno de ellos.

Conocimiento paramilitar

Estos asaltantes tenían conocimientos paramilitares para dificultar sobremanera su localización. Cada uno de ellos residía en una provincia española y solo se juntaban cuando tenían previsto cometer un nuevo delito, planificado con anterioridad.

Durante los ocho registros domiciliarios practicados, la Guardia Civil intervino 126.000 euros en efectivo, cinco vehículos de alta gama, joyas, un lingote de oro, inhibidores de frecuencia, herramientas exclusiva de joyería, ropa técnica, pasamontañas, armas de fuego reales y simuladas, un gran número de armas blancas, intercomunicadores, cámaras de vigilancia, herramientas para irrumpir en inmuebles -cizallas, patas de cabra y destornilladores- y dispositivos electrónicos de alta tecnología de gran valor.

Por medio de esta laboriosa investigación, un total de 16 personas -11 hombres y cinco mujeres-, con edades comprendidas entre los 25 y los 67 años, han sido detenidas. Los delincuentes son de nacionalidad albanesa, macedonia, rumana, china y española. A los miembros de esta banda se les atribuyen los delitos de robo con violencia, detención ilegal, extorsión y organización criminal. Durante el operativo, se pidieron datos sobre ellos a las autoridades albanesas. Las diligencias se entregaron al Juzgado de instrucción número uno de Lliria, en Valencia.