Operación antidroga

El Ove: doce años de arrestos, condenas y fugas

Gabriel Amaya, de 41 años, había convertido su clan en el más importante de Son Banya

Gabriel Amaya, el Ove, tras ser detenido en agosto de 2022.

Gabriel Amaya, el Ove, tras ser detenido en agosto de 2022. / Manu Mielniezuk

Xavier Peris

Xavier Peris

La situación que vivió ayer Gabriel Amaya González, alias el Ove, de 41 años, al ser detenido en una macrooperación policial en Son Banya. no es nueva para él. En los últimos doce años el jefe del clan de los Bizcos, una de las familias históricas del narcotráfico de Son Banya que crecieron tras la caída en desgracia de la Paca, ha vivido una sucesión de detenciones, condenas y fugas. Hasta ayer su último arresto había sido en agosto del año pasado, cuando fue capturado tras permanecer huido un mes después de otra gran operación contra el narcotráfico del poblado. En la actualidad tiene pendiente una condena de cumplir un año y medio de prisión por blanqueo de dinero.

El Ove pertenece a la nueva generación de los Bizcos, una histórica banda de narcotraficantes del poblado de Son Banya que creció tras la caída de la Paca en la operación Kabul, en 2006. De la venta de droga al menudeo pasaron a mover grandes cantidades de estupefacientes. Pero esto le situó en el punto de mira de las fuerzas de seguridad y en agosto de 2011 la banda sufrió el primero de los grandes golpes policiales: la operación Guaraná. En ese momento, con 29 años, ya estaba considerado el principal narcotraficante del poblado. Los investigadores constataron que su clan había extendido el negocio a diversos pueblos de Mallorca desde una finca que habían alquilado en Sencelles.

Condenas y fugas

En marzo de 2012 la banda, que había perdido la denominación anterior y se había convertido ya en el clan del Ove, sufrió su primer revés judicial. Ocho de sus miembros, entre ellos el Ove, fueron condenados a 34 años de cárcel. En septiembre seis de ellos, incluido el jefe, se enfrentaron a un nuevo macrojuicio. Tras una negociación admitieron su culpabilidad a cambio de una rebaja de penas: los sesenta años que pedía el fiscal se quedaron en 17. Pero antes de ingresar en prisión se escapó y se escondió en Alaró, desde donde siguió dirigiendo el negocio. 

En septiembre de 2013 la Policía volvió a desmantelar la banda en una nueva operación en Son Banya, y dos meses después el Ove fue arrestado finalmente tras permancer un año huido e ingresó en prisiòn. 

La banda fue juzgada de nuevo en mayo de 2014 en un macroproceso junto a otros clanes de Son Banya. El Ove negó dedicarse al narcotráfico, sino a la venta de caballos y gallos de pelea, pero volvió a ser condenado, en este caso a cinco años. La sentencia impuso un total de 83 años para 21 personas.

El Ove no permaneció mucho tiempo en prisión. Se fugó aprovechando un permiso penitenciario. Cuando en febrero de 2018 su clan volvió a ser condenado por blanqueo de capitales, él estaba en paradero desconocido. Fue condenado finalmente en febrero de 2022 a un año y medio de cárcel. En julio de 2022 la Policía y la Guardia Civil realizan una nueva redada contra el clan en Son Banya, la operación Atlántida-XGémina, con diecisiete detenidos. El Ove, que estaba en libertad porque la condena anterior no había sido ejecutada, escapa al cerco. Fue arrestado finalmente en agosto, pero quedó en libertad. Cuando se intentó ejecutar la sentencia, volvió a huir. Hasta ayer.

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