José J. Méndez: «Los abusos sexuales en Nazaret eran algo sistémico, se prolongaron durante décadas»

José J. Méndez, que estuvo ingresado en el centro de menores entre 1968 y 1975, escribió un libro en el que describe los malos tratos y las agresiones sexuales que sufrían los niños

El edificio principal de la Fundación Nazaret, en Palma, en la actualidad. | ENRIQUE CALVO

El edificio principal de la Fundación Nazaret, en Palma, en la actualidad. | ENRIQUE CALVO

Xavier Peris

Xavier Peris

José J. Méndez ingresó en el centro de menores de la Fundación Nazaret, en Palma, en 1968, cuando tenía seis años, y permaneció allí hasta 1975. Mucho tiempo después, en 2014, publicó un libro, Nazaret, una isla dentro de Mallorca. «Describo mi experiencia, cómo era la vida, el sentimiento que suponía para los niños estar encerrados... y también los casos de abusos sexuales», explica el autor, que pasó por el centro mucho antes de los hombres que recientemente han denunciado las violaciones sistemáticas a niños a manos de uno de los monitores a lo largo de los años ochenta. «Yo no llegué a conocer a este hombre», comenta Méndez. «Me marché antes de que él llegara, pero los abusos sexuales a los niños en Nazaret por parte de algunos monitores eran algo sistémico. Se prolongaron durante décadas».

José J. Méndez es unos diez años mayor que Toni Estela y las otras personas que han denunciado que durante los años ochenta sufrieron reiteradas agresiones sexuales por parte de uno de los trabajadores del centro. Según estas denuncias, decenas de niños, posiblemente más de medio centenar, fueron violados por este individuo a lo largo de más de una década.

«Yo no llegué a coincidir con ellos», explica Méndez, «pero reconozco perfectamente la situación que vivieron. En mi época había al menos dos trabajadores que abusaban sexualmente los niños. Uno se llamaba Bartolomé y era un exseminarista o excura. Cometía los abusos sexuales pero también era muy querido, porque era un manipulador. Se trata del mismo perfil que describen estas personas, porque se ha mantenido durante décadas en la institución. Yo sufrí abusos sexuales de este hombre, y también recuerdo a otro monitor, José, que se llevaba a los niños a los baños o a los jardines de Can Barbará. Había felaciones y masturbaciones, todos los niños lo sabíamos».

José J. Méndez

José J. Méndez / DM

José J. Méndez explica que cuando él estuvo ingresado en el centro eran los últimos años de la dictadura franquista. «En aquella época, los centros de menores eran terribles. No solo había abusos sexuales, los malos tratos eran diarios. Nos castigaban a permanecer formados durante horas en el patio en pleno invierno sin ropa de abrigo. Así que era imposible pensar en denunciar. No se lo decíamos ni a nuestras familias. ¿Cómo lo íbamos a denunciar? Si lo hacías además de hinchaban a hostias».  Las instituciones tampoco hacían nada. «Nadie lo veía porque nadie lo quería ver, y mientras tanto dejaban a los niños en manos de los depredadores».

Méndez habla de unos «abusos sistémicos» que se prolongaron a lo largo de los años. «Allí los niños cambiaban, llegaban nuevos y se iban los mayores, pero los abusadores se quedaban. Y también había abusos por parte de otros niños, que a su vez habían sido víctimas. Esto hacía que la situación se perpetuara».

En 2014, Méndez escribió un libro, Nazaret, una isla dentro de Mallorca, en la que relata, entre otras cosas, sus vivencias durante los ocho años que pasó en el centro. «Pedí permiso para consultar mi expediente, pero no me lo dieron, me pusieron muchas trabas. El actual director me comentó que el Obispado estaba preocupado por lo que iba a contar del centro».

«Los abusos sexuales en Nazaret eran algo sistémico, se prolongaron durante décadas»

Niños trabajando en la imprenta Nazaret en los años sesenta / 'Nazaret, una isla dentro de Mallorca'

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