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El fiscal pide 2 años de cárcel a las monitoras por la muerte de la niña en el colegio La Salle

Los forenses destacan que el personal del centro no atendió a la menor correctamente

Las dos acusadas, ayer durante la segunda sesión del juicio por la muerte de la niña. M.O.I.

El fiscal mantuvo ayer su petición de dos años de cárcel para cada una de las monitoras del comedor del colegio La Salle de Palma por la muerte de la niña de cuatro años Naia Sans tras comer un helado al que era alérgica en mayo de 2019. El ministerio público incidió al concluir el juicio en que cometieron una «imprudencia del todo grave» al darle ese postre a la menor, que no podía tomar alimentos con proteína de la leche. Los padres, que ejercen la acusación particular a través del abogado Daniel Castro, reclaman cuatro años de prisión para cada imputada, mientras las defensas solicitan la absolución.

El juicio quedó visto para sentencia después de que las procesadas pidieran «perdón» al ejercer el derecho a la última palabra. Ambas salieron de los juzgados de escoltadas por la Policía Nacional, que montó un dispositivo de seguridad después de que el jueves varios allegados a la víctima las increparan al concluir la primera sesión de la vista oral.

Los médicos forenses que analizaron la muerte de la niña detallaron en el juicio que la causa del fallecimiento fue un shock anafiláctico por ingesta de proteína de la leche. Los especialistas señalaron que pese a que la menor padecía otras alergias, detectadas en la autopsia, «si no hubiera comido el helado no habría sufrido el shock».

Además, explicaron que la niña «no fue atendida correctamente» en el centro escolar cuando comenzó a mostrar los síntomas de la reacción alérgica y esperaban la llegada de una ambulancia. «Había un desconocimiento de la diferencia entre la lactosa y la proteína de la leche. La enfermería estaba gestionada por una auxiliar, que no está capacitada para hacer frente a una situación así. Hubo un cúmulo de errores, ignorancias y desconocimientos que hicieron que la niña no fuera atendida correctamente», sentenció uno de los forenses. Según dijo, desde el colegio ofrecieron «información errónea» a la médica del 061 que le atendió por teléfono -que llegó a estar imputada en el procedimiento-, lo que provocó que esta les dijera que no debían inyectarle adrenalina. El pediatra que atendió a la niña desde su nacimiento señaló que no había detectado otras alergias.

Los agentes de la Policía Nacional que acudieron al colegio tras la muerte de la niña explicaron que una de las acusadas le dijo a la otra: «Tu me dijiste que sí se lo podía comer», en referencia al helado. La otra replicó entonces, entre sollozos, que no recordaba lo ocurrido. Los investigadores señalaron que el helado iba envuelto en un plástico transparente si ninguna indicación, y que solo en la caja detallaba que no tenía lactosa y sí proteína de la leche.

La Policía reforzó la seguridad en los juzgados. | M.O.I.

«Imprudencia del todo grave»

El fiscal expuso en sus conclusiones que las dos acusadas cometieron «una imprudencia del todo grave», ya que ambas «sabían que cualquier ingesta de proteína de la leche suponía un riesgo» importante. Destacó que la pequeña nunca había tomado ese tipo de postre en el colegio, precisamente por su alergia. «Para el riesgo que había, no le des helado», señaló con vehemencia. También consideró que la auxiliar de enfermería de La Salle debería haber sido juzgada, pero que su intervención no resta responsabilidad a las dos procesadas.

El abogado de los padres de Naia justificó su petición de cuatro años de cárcel para cada acusada porque «los hechos son de una gravedad máxima». Por su parte, los abogados defensores reclamaron la absolución de las sospechosas. El letrado de la monitora de comedor que entregó el helado a la niña consideró que «la responsabilidad de La Salle es más que evidente», ya que no la mujer «no recibió formación en materia de alérgicos durante los 14 años que lleva trabajando allí». Explicó que su función no era otra que «guardar a los niños y darles lo que le entregara» la otra acusada, en la que descargó toda la responsabilidad. El abogado de esta apuntó que no hay pruebas claras de que ella facilitara el helado que se comió la niña.

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