Un intento de robo entre los okupas que vivían en el edificio de la calle Manacor, 63, de Palma fue el desencadenante del incendio que obligó el domingo por la noche a desalojar el inmueble, y en el que una mujer tuvo que ser rescatada por los bomberos de la azotea. La Policía Nacional arrestó poco después a uno de los presuntos autores del fuego, un joven argelino de 20 años. La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.
El incendio se declaró sobre las ocho de la tarde del domingo, en el tercer piso del edificio, un inmueble okupado desde hace meses y que se había convertido en un foco de conflictos, con varias actuaciones policiales por peleas y otros delitos.
Cuando la Policía y los Bombers llegaron al lugar, se encontraron con una gran carga de fuego, con llamas que salían por las ventanas. La mayoría de la veintena de okupas que había en su interior salieron por su propio pie, pero una mujer estaba atrapada en la azotea. Los bomberos tuvieron que rescatarla con una autoescala. La víctima precisó asistencia médica, ya que sufría una crisis de ansiedad y había inhalado humo. Fue atendida en el centro de salud de Escola Graduada.
La mujer manifestó que dos individuos habían intentado robarla. Le preguntaron por su pareja, la amenazaron y le reclamaron unas joyas, y ella se refugió en una habitación. Poco después notó un fuerte olor a humo, y cuando salió se encontró con que se había declarado un gran incendio y las llamas le impedían salir.
Con esta información la Policía Nacional realizó batidas por la zona y poco después arrestó a uno de los sospechosos del incendio, un argelino de 20 años. Ayer estaba previsto que agentes de Policía Científica realizaran una inspección ocular en el lugar.
