Incendio

Un afectado por el incendio del edificio okupa: "No tenemos dónde ir, no sé qué vamos a hacer"

Varios residentes en el edificio okupa de la calle Manacor esperan en la calle tras el fuego intencionado en el que se intoxicó una mujer

Xavier Peris

Xavier Peris

Wajdi y su amigo han pasado la noche en la calle Manacor de Palma, junto al edificio okupa que ayer por la tarde sufrió un gran incendio. Varios de las personas que vivían allí están esperando a que la Policía les deje entrar para recuperar sus documentos y efectos personales. Son parte de la veintena de okupas que vivían en el inmueble y que tuvieron que salir a toda prisa para escapar del fuego, provocado según los primeros indicios por un intento de robo, por el que hay ya un detenido y en el que una joven resultó intoxicada. "No sé que vamos a hacer", comenta, "no tenemos dónde ir".

El incendio se declaró ayer sobre las ocho de la tarde en la tercera planta del edificio, en el número 63 de la calle Manacor. El inmueble, en el que vivían una veintena de okupas, es una fuente de conflictos, según los vecinos, y donde se habían producido diversos incidentes y peleas. Tras recibir los primeros avisos sobre el fuego, acudieron al lugar diversas dotaciones de los Bombers de Palma y Policía. La mayoría de los okupas pudieron salir al exterior por sus propios medios, pero una joven quedó atrapada por las llamas en la azotea. Tuvo que ser rescatada de allí por los bomberos con una autoescala. La mujer presentaba síntomas de intoxicación por humo y un ataque de nervios, por lo que fue atendida por la dotación de una ambulancia y posteriormente trasladada al centro de salud de Escola Graduada. Finalmente no tuvo que ser hospitalizada.

Todos los indicios apuntan a que el fuego fue intencionado. La joven intoxicada relató que dos argelinos la habían amenazado para robarla. Ella se refugió en una habitación y poco después notó el fuerte olor a humo y al salir se encontró con las llamas. Con esta información la Policía Nacional realizó una batida por los alrededores y poco después arrestó a uno de los sospechosos de provocar el incendio. Se trata de un argelino de 20 años.

Los bomberos sofocaron las llamas y el edificio quedó precintado. Durante toda la mañana una dotación de la Policía Local de Palma ha permanecido en la puerta para evitar que nadie entrara en la finca, que ha quedado precintada. Varios de los residentes han permanecido en la calle, cerca de allí, toda la noche, esperando que les dejaran acceder para recuperar sus documentos y efectos personales.

Wajdi y un amigo permanecen sentados en la acera, junto al edificio. "Hemos pasado aquí toda la noche, no hemos podido dormir", explican. Son marroquís y tienen 32 y 19 años. "No sabemos qué pasó. Nosotros estábamos en el primer piso y no nos metemos con nadie. Cuando empezó el fuego tuvimos que salir corriendo y no pudimos coger nada. Nos han dicho que esta mañana vendrán los bomberos y nos dejarán entrar un momento para recoger nuestras cosas".

Wajdi comenta que no saben adónde van a ir. "No somos delincuentes", dice. "Trabajamos de aparcacoches en es Portixol, y nos sacamos quince o veinte euros al día, para poder comer. Pero ahora no sé que vamos a hacer. Nos vamos a tener que quedar en la calle".

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