La Policía Nacional no quiere armas de fuego en manos de narcotraficantes. Tras el tiroteo del pasado 11 de mayo en Son Gotleu y la escalada de tensión que siguió, con amenazas de guerra abierta entre los clanes de los Sheriffs y los Pelúos, los agentes antidroga han iniciado una estrategia para tratar de arrebatar las posibles armas de fuego en poder de las bandas de traficantes de droga que operan en la ciudad. La primera razzia se dirigió el pasado martes contra dos grupos diferentes aunque conectados, el clan del Membrillo y el del Paisano, asentados en el Polígono de Levante. Ha habido seis detenidos y se han intervenido diferentes cantidades de hachís y marihuana, pero más importante: han arrebatado una pistola y una carabina, en perfecto estado de uso y con abundante munición, que tenían los delincuentes.

La operación Polígono, según informa la Policía Nacional, se llevó a cabo el pasado martes por el Grupo I de Estupefacientes, apoyados por agentes de la Unidad de Prevención y Reaccion (UPR). El objetivo eran los clanes del Melillo y del Paisano, organizaciones familiares asentadas en diferentes domicilios del Polígono de Levante dedicadas al tráfico de drogas al menudeo. Aunque se trata de grupos diferentes, los investigadores habían constatado que colaboraban entre sí para garantizarse el suministro de estupefacientes, en concreto marihuana y hachís.

Los agentes sospechaban que los narcos estaban en posesión de armas de fuego, por lo que un fuerte contingente policial entró en los domicilios de los sospechosos sin contemplaciones para evitar la posibilidad de un enfrentamiento. Reventaron las puertas con arietes y redujeron a los moradores rápidamente.

En el transcurso de los minuciosos registros los investigadores localizaron diferentes cantidades de marihuana y hachís, así como una plantación de sesenta plantas de cannabis sativa todavía de pequeño tamaño, pero con toda la infraestructura necesaria para el cultivo. En una de las casas los sospechosos trataron de deshacerse de la droga arrojándola por la ventana a un jardín comunitario, donde fue recuperada por los agentes. Y en cada uno de los domicilios allanados apareció un arma de fuego. En uno había una pistola y en el otro una carabina. Las dos armas estaban en perfecto estado de uso y contaban con abundante munición.

La operación Polígono se saldó con seis detenidos, tres hombres y tres mujeres de entre 21 y 56 años.

La estrategia policial de sacar armas de fuego de la calle se circunscribe en un intento de rebajar la escalada de tensión que se ha vivido en las últimas semanas entre bandas rivales de delincuentes. El 11 de mayo fue tiroteado en Son Gotleu un joven del clan de los Pelúos por parte de varios miembros de los Sheriffs, lo que dio pie a una sucesión de amenazas de guerra entre las diferentes familias.