La familia del hombre que murió al ser acuchillado por su mujer en Manacor el año pasado reclaman una condena de 25 años de cárcel para la acusada. Los allegados a la víctima sostienen que la mujer asestó cuatro cuchilladas por la espalda al hombre, que no tuvo opción de defenderse, ante sus tres hijos. Los padres del fallecido le imputan un delito de asesinato y solicitan indemnizaciones que suman casi un millón de euros. La fiscalía, por su parte, considera que el ataque se produjo durante una discusión y acusa a la procesada de un delito de homicidio por el que reclama 15 años de cárcel.

Los hechos ocurrieron hacia las diez de la noche del 8 de julio de 2002 en el domicilio de la calle Sant Joan Baptista donde convivían la hondureña Katy Daniela Carrillo, de 31 años, su marido, el ecuatoriano Óscar Méndez, de 32 años, el bebé de 11 meses que tenían en común y otros dos hijos de ella, de 6 y 9 años. Los padres del hombre, que ejercen la acusación particular a través del abogado Javier Gutiérrez, relatan que la acusada cogió un cuchillo de cocina de 13 centímetros de hoja y atacó al hombre.

Él estaba saliendo del piso y tenía sus facultades mermadas por el consumo de alcohol. La mujer le dio cuatro cuchilladas en la espalda, una de las cuales le perforó un pulmón. La víctima sufrió una hemorragia masiva y murió desangrado poco después.

La acusación particular considera que Méndez no tuvo opción alguna de defenderse y que el ataque fue a traición, por lo que imputa a la mujer un delito de asesinato con la agravante de parentesco, por el que reclama 25 años de prisión. En el escrito relata que los dos hijos de la mujer consideraban a la víctima como su padre y pide que se le retire la patria potestad de los tres menores. Además, solicitan indemnizaciones que suman 954.755 euros tanto para los niños como para los padres y los siete hermanos del hombre por los daños morales causados y el coste de repatriar el cadáver a Ecuador.

Los allegados a la víctima rechazan que la versión de la mujer, que dijo haber actuado para defenderse de una agresión de su marido y que este la había amenazado.

El fiscal, por su parte, relata en sus conclusiones provisionales que el ataque mortal se produjo durante una discusión y que la mujer acuchilló al hombre mientras él se defendía agarrándole del pelo y tratando de quitarle el cuchillo. Así, considera que los hechos constituyen un delito de homicidio con la agravante de parentesco por el que reclama una pena de 15 años de cárcel. La acusación público solo reclama 160.000 euros de compensación para el bebé de la pareja.