La autopsia realizada al cadáver de Remedios Cortés ha determinado que un fuerte golpe en la cabeza causada con un objeto contundente, posiblemente una piedra, le causó la fractura del cráneo y la muerte. La confesión del asesino en la que reconoce que acabó la vida de su pareja con un fuerte golpe en la cabeza coincide con el informe forense. La víctima fue asesinada la noche del martes en el Camí de Ca na Verda tras una discusión en el coche con Antonio.

Las tres facultativas que le han realizado la autopsia apreciaron en el cuerpo de la víctima una veintena de contusiones repartidas por todo el cuerpo. No obstante, el golpe que era mortal de necesidad fue el que le destrozó el cráneo. Las forenses también detectaron en el cuerpo de la fallecida una herida inciso contusa en el tórax. Un destornillador con restos de sangre hallado en la escena del crimen fue, presuntamente, el causante de la lesión, al clavárselo el asesino.

Los numerosos golpes que presentaba el cuerpo de la fallecida apuntan a que Remedios Cortés sufrió una tremenda agonía antes de fallecer. El presunto autor del crimen ha realizado en la mañana del miércoles un escalofriante relato, con todo lujo de detalles, en el que narraba cómo habría causado la muerte de su pareja. Una vez concluida su explicación sobre cómo había cometido el crimen, el presunto asesino se ha derrumbado. Ha comenzado a sollozar ante la comisión judicial y los investigadores.

El matrimonio de Remedios Cortés y Antonio Cortés hacía ya un tiempo que se encontraba en horas bajas. Ambos eran primos y tenían cuatro hijos en común. Varios familiares del poblado de El Hoyo habían intercedido tiempo atrás para evitar que la relación llegara a su fin. Los continuos celos de él habían hecho a la mujer vivir en un calvario. No obstante, cuando los residentes tuvieron conocimiento de que había habido un supuesto accidente de tráfico en el que los dos estaban juntos, ya se temieron de que la vida de la mujer pudiera estar en peligro, al ser víctima de la violencia machista.