Bogdan K. realizó ayer una delirante declaración en la Audiencia Provincial sobre su presunta responsabilidad en el asesinato de su padrastro de 24 cuchilladas y el intento de acabar con la vida de su madre con 21 puñaladas en su domicilio de Costa den Blanes en enero de 2018. En el transcurso de su alocución, el acusado, de 29 años y origen ucraniano, dio varias versiones distintas de los hechos. Además incurrió en abiertas contradicciones con sus anteriores comparecencias ante la Guardia Civil y el propio juzgado que instruyó el sumario. El joven declaró que "solo" asestó "cuatro o cinco puñaladas" a su padrastro. Cuando le preguntaron por las otras heridas que presentaba, respondió: "A lo mejor fue la Guardia Civil".

El fiscal pide para el acusado un total de 36 años de prisión. De ellos, 22 corresponden al presunto delito de asesinato consumado con alevosía y ensañamiento de su padrastro Pere Antoni Serra. Mientras, la petición de los otros 14 años responden a la tentativa de acabar con la vida de su madre. Por su parte, la acusación particular, en representación de las hijas de Serra, solicita para el encausado una pena de 25 años de prisión por este crimen.

Bogdan solo admitió ayer haber acabado con la vida de su padrastro "de cuatro o cinco cuchilladas" con una bayoneta de unos 12 centímetros de hoja. Mientras, a su madre aseguró que la había acuchillado "sin querer" con el arma militar, aunque en repetidas ocasiones. De acuerdo a su particular versión en la sala, las puñaladas que recibió su madre fueron 'accidentales' al haberse interpuesto para proteger a su marido.

El acusado mantuvo en su comparecencia ante el tribunal del jurado que se había limitado a defenderse del golpe que le habría propinado con un taco de billar.

Bogdan tamben justificó en su defensa personal la compra del arma militar. "Estuve viviendo en la calle y durmiendo en bancos y en cajeros".

La incongruente declaración del procesado y sus continuas contradicciones acabó por exasperar a la presidenta del tribunal. "Las piezas del puzzle no encajan", indicó tanto al encausado como a su abogada defensora.

El fiscal Ladislao Roig llamó la atención sobre su discurso contradictorio y opuesto al aportado ante los investigadores de la Guardia Civil y al juzgado instructor. En vista de la ausencia de una respuesta coherente del interpelado tuvo que interrumpir abruptamente el interrogatorio.

Por su parte, el abogado de la acusación particular. Carlos Barceló, solicitó que se escucharan las grabaciones de sus llamadas al 112, el 11 de enero de 2018. En las audiciones se escuchaba al procesado solicitar la llegada de los servicios de emergencia a su domicilio en Costa den Blanes. "Tengo dos cadáveres en casa", precisó. Al mismo tiempo explicaba que el motivo era "una discusión familiar",

Sin embargo, ante el estupor generalizado, Bogdan negó ser la persona que había realizado dicha llamada a los servicios de emergencia. "Ese no soy yo", aseveró tajantemente el encausado.

A continuación, su abogada defensora insinuó ayer que su cliente podría haber sufrido un brote psicótico el día de autos y, por tanto, ser penalmente inimputable. "¿Oye usted voces", le preguntó. "Sí", contestó Bogan sin precisar el contenido de estos supuestos mensajes.

El procesado aseguró que había estado internado anteriormente en un psiquiátrico durante un mes en su país natal, Ucrania, y que tomaba una fuerte medicación desde entonces. No obstante, su letrada no aportó documentación que acreditara estas manifestaciones.

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