El joven ucraniano que presuntamente asesinó a su padrastro e intentó acabar con la vida de su madre en su domicilio de Costa d'en Blanes se sentará el lunes en el banquillo de los acusados en el juicio con jurado que tendrá lugar en la Audiencia Provincial. El fiscal pide para él un total de 36 años de prisión: 22 por el asesinato consumado de la pareja de su progenitora y 14 por intentar acabar con la vida de esta.

Los hechos por los que será juzgado tuvieron lugar sobre las nueve de la noche del 11 de enero del año pasado en un domicilio de Costa d'en Blanes, en el término municipal de Calvià. Al parecer, según detalla el fiscal en su escrito, Bogdan K., ucraniano de 27 años, "se sentía acosado psicológicamente" por su madre y su pareja. El presunto parricida consideraba que ambos "no le tenían afecto y le marginaban".

Durante la noche del día de autos se inició una fuerte discusión entre el joven ucraniano y su madre. Su madre le apremiaba a que buscara trabajo o si no le instaba a que abandonara el hogar.

En un momento dado, "notoriamente enfadado". Bogdan se dirigió a su cuarto y cogió una bayoneta de 12 centímetros que había comprado unos días antes.

Al volver, el joven ucraniano fue al lugar donde se encontraba su madre y "con ánimo homicida" le asestó tres puñaladas. Dos de ellas le afectaron el tórax y la tercera el abdomen. La pareja de su progenitora salió en defensa de ella y golpeó a su hijastro en la cabeza con un taco de madera. El presunto parricida le replicó acuchillándole tres veces en un brazo, el pulmón y en el abdomen.

Tras los acuchillamientos, el joven salió al exterior y lanzó la bayoneta al jardín de la casa del vecino. Entonces creía, supuestamente, que su madre y su padrastro estaban muertos.

Llamada al 112

Al regresar y encontrarlos con vida, Bogdan fue a la cocina y cogió un cuchillo de grandes dimensiones para tratar de rematarlos. "¿No me decías rusito? pues toma rusito", le espetó a su padrastro antes de continuar acuchillándole. Le asestó 21 puñaladas más que le hicieron morir desangrado. Mientras, a su madre le asestó otras 18 cuchilladas en la parte superior del cuerpo.

Tras el doble crimen, uno consumado, Bogdan llamó al 112 para decir que había dos cadáveres en su domicilio. No contó con que su madre aún estaba viva.