Un acusado de edad avanzada, que se encuentra actualmente en prisión, no quiso aceptar esta semana en un juzgado penal de Palma una pena de multa por quebrantamiento de medida cautelar por saltarse una orden de alejamiento. El mandamiento judicial le impedía acercarse a una vecina de Calas de Mallorca, en Manacor, a la que increpó y molestó de forma constante en septiembre de 2016. El hombre se mostró muy alterado en la sala y, al no atender a razones, fue derivado al médico forense. La vista oral se suspendió.

La fiscalía, ante el estado que presentaba el encausado, solicitó que lo examinara un forense para que determinara si padecía algún tipo de trastorno y si se encontraba capacitado para declarar. La magistrada acordó que fuera visitado por el médico.

El sospechoso en un principio iba a reconocer los hechos, si bien luego dijo que no iba a aceptar "nada", ya que él no había entendido nada. El hombre está acusado de incumplir una orden de alejamiento de una vecina de Calas al acudir a la zona donde ella reside. El acusado causa molestias e insulta a los vecinos alemanes.