El presunto homicida de Son Banya conocía bien el poblado. La Policía Nacional sospecha que el joven detenido por la muerte del cineasta holandés Wouter van Luijn el pasado viernes de madrugada, que se encuentra preso desde el lunes por orden judicial, hacía de 'kundero'. Es decir, era un taxista de la droga, presuntamente se encargaba de llevar a toxicómanos en coches particulares hasta Son Banya para que adquirieran estupefacientes. A cambio, recibía una pequeña cantidad de dinero.

Los investigadores creen que Adrián H.F., de 19 años, en ocasiones conducía un 'kunda', los denominados taxis clandestinos de la droga. De hecho, el sospechoso cuenta con antecedentes por delitos contra la seguridad vial. El muchacho ingresó en prisión acusado de homicidio y robo con violencia, pero también se le investiga por un delito contra el tráfico, ya que conducía un coche pese a carecer del carné.

Además, utilizaba un vehículo de alquiler que había sido arrendado a nombre de un allegado, una práctica que era habitual en él, ya que no disponía del carné de conducir y no podía contratar este tipo de automóviles. El pasado viernes de madrugada acudió a Son Banya para comprar marihuana, según reconoció ante el magistrado de guardia de Palma. Según su versión, es consumidor de porros. Allí, coincidió con el cineasta holandés, de 34 años, con el que discutió.

El joven detenido confesó que golpeó al perjudicado. Le propinó un puñetazo en la cara, que le hizo caer al suelo, donde quedó tumbado inconsciente. Luego, trató de reanimarlo y pidió a sus acompañantes que se lo llevaran en el taxi en el que se habían desplazado hasta el poblado. Como el vehículo se marchó del lugar, él se llevó a la víctima moribunda en el coche de alquiler que llevaba hasta el hospital de Son Espases. Minutos después, los facultativos confirmaron su fallecimiento.

El acusado de la agresión mortal negó en rotundo haber desvalijado al holandés. Según alegó, fueron un grupo de menores de Son Banyagrupo de menores de Son Banya quienes rodearon al perjudicado, cuando yacía inmóvil malherido en el suelo, y le robaron varios cientos de euros que llevaba en su cartera.

El sospechoso dio varias versiones de lo sucedido a los investigadores del Grupo de Homicidios. Al incurrir en serias contradicciones, fue arrestado.

La familia, en el juzgado

Por su parte, la familia del fallecido acudió el pasado lunes al mediodía a la sede de Vía Alemania para recoger la documentación necesaria para hacerse cargo del cadáver. Los allegados se personaron en el juzgado de instrucción número 3 de Palma, que investiga el caso.

Las pesquisas prosiguen abiertas a la espera de los resultados de las pruebas forenses y toxicológicas realizadas al cuerpo sin vida del cineasta holandés. La víctima recibió varios golpes en la cara y el cuerpo, pero ninguno resultó mortal de necesidad. Su frágil estado de salud, con una patología de base, pudieron desencadenar la muerte. También se investiga si antes de ser agredido, ya había consumido sustancias estupefacientes, lo que pudo influir en el fallecimiento.

Wouter van Luijn se encontraba de vacaciones en la isla con su padre. Ambos se alojaban en un hotel de Palmanova. El cineasta, muy conocido en su país por sus producciones que incluso llegó a estar nominado al becerro de oro, salió de fiesta el pasado viernes de madrugada. Le acompañaban un ciudadano tunecino y otro pakistaní. La víctima decidió ir a comprar droga y todos ellos tomaron un taxi y se dirigieron hacia Son Banya.

Una vez en el poblado, el pakistaní y el holandés se apearon del vehículo para adquirir los estupefacientes. Allí, el perjudicado coincidió con el joven sospechoso, de 19 años, quien le agredió.

La víctima cayó al suelo inconsciente. Su acompañante trató de llevárselo, pero no pudo y poco después abandonó el lugar con el taxi. Cuando estaban a salvo, alertaron por teléfono de lo ocurrido. Mientras, el acusado, apremiado por los vecinos de Son Banya, se llevó en el coche de alquiler al holandés moribundo al hospital.