"Mezclé lejía y salfumán, no sé cómo explicarlo. Lo hice para llamar la atención por todo lo que estaba pasando. Estaba muy agobiado. Pasaba por circunstancias malas. No sé cómo se me ocurrió. Yo a mis hijos los quiero muchísimo. No sé cómo me pudo pasar eso. Simplemente quería llamar la atención. No lo hice para matarlos". Un padre acusado de intentar asesinar a sus dos vástagos, un niño de seis años y una joven de 21, con una discapacidad psíquica del 46%, intoxicándolos con gas cloro en la habitación donde todos ellos dormían la madrugada del 7 de febrero de 2014 en el domicilio familiar, en Palma, negó ayer que su intención fuera suicidarse y acabar con la vida de sus hijos. "Yo sé que esa mezcla nunca les hubiera causado la muerte", indicó el progenitor, de 51 años, que lleva casi un año y medio preso, en la primera sesión del juicio en la Audiencia de Palma.

Su hija, que fue víctima también de una red de prostitución y corrupción de menores en la ciudad en la denominada 'Operación Nancy', como recordó ayer el imputado en el transcurso de la vista oral, apuntó que la madrugada de los hechos se despertó tosiendo. "Esa noche dormíamos mi hermano y yo con mi padre. Nunca dormíamos los tres juntos en la misma cama. Recuerdo que me desperté tosiendo, no se podía respirar del olor tan fuerte que allí había. Tenía náuseas, arcadas. Mi padre estaba tumbado, él no tosía. Allí había un barreño con un líquido y un bote negro. Desperté a mi hermano y lo saqué de la habitación en brazos. Lo llevé al dormitorio de mi madre. Luego, salimos a la terraza a tomar el aire", explicó la perjudicada ante el tribunal de la sección primera.

La joven confirmó que sus padres se llevaban mal, se iban a separar y dormían en habitaciones distintas. También detalló que su progenitor cada día bebía alcohol. "Bebía mucho, bebía vino, pero no le veía borracho, solo malhumorado", precisó. La víctima tuvo que ser hospitalizada en Son Espases y recibió tratamiento para recuperarse de la intoxicación sufrida al inhalar la mezcla de lejía y salfumán en su casa. Su hermano, de solo seis años, también fue evacuado en ambulancia y tratado en el centro hospitalario.

La perjudicada manifestó que el acusado en ocasiones grababa las conversaciones con el médico o con su madre y que él era más restrictivo a la hora de dejarla salir de casa. "Mi padre no me dejaba salir y mi madre era más permisiva", puntualizó. Además, recordó una vez cuando el hombre la agredió.

La exmujer del sospechoso ratificó que la relación conyugal estaba muy deteriorada desde hacía más de un año y también coincidió al señalar los problemas que él tenía con el alcohol: "Bebía y fumaba mucho desde que se levantaba hasta que se acostaba". La testigo relató que los días previos a los hechos su exmarido estaba más bajo, más deprimido, y que trató de chantajear a sus hijos con dinero para que se fueran a dormir con él a su cama.

Les dio leche

La madre de las dos víctimas declaró que la madrugada del 7 de febrero de 2014 vio salir a sus dos hijos de la habitación. "Había un olor muy fuerte. Los llevé a la terraza y les di leche. Olía por toda la casa, más en la habitación. Salí al rellano y llamé a la Policía y al vecino. No se podía respirar del olor tan fuerte. Era una sensación de ahogo cada vez más intensa. Pensé en que mi marido había hecho algo. Él iba y venía por el salón", indicó la testigo. "Vi a mi hijo pequeño muy mal, no podía respirar ni hablar", agregó.

Su versión fue ratificada poco después por varios policías que acudieron al domicilio y por el vecino, quienes destacaron que el olor era insoportable. El acusado estaba impasible en casa en ropa interior. Un agente manifestó que el imputado al final admitió que había mezclado lejía y salfumán. "Nos dijo que había intentado suicidarse y que se iba a llevar a los niños con él para que no sufrieran", recalcó el policía, refiriéndose a su intención de matarlos. La Policía cree que el sospechoso se deshizo de los productos tóxicos.

El hombre se escudó en que había trabajado 20 años mezclando productos químicos y que sabía que esa mezcla nunca les hubiera causado la muerte. "Lo único que hace es irritar. Yo los he utilizado en el trabajo muchas veces estos productos y no pasa nada. Si hubiera querido matarlos, habría utilizado otros productos", afirmó. El acusado dijo que bebía mucho, fumaba y tomaba pastillas para la depresión. También reconoció que escribió una nota anunciando que dejaba tres cintas de audio explicando que él se preocupaba de sus hijos. La fiscal pide para él 14 años de prisión.