Desesperado por la crisis, tras varios meses sin trabajo y con problemas para llenar el estómago, optó por una solución drástica. Un joven tunecino de 27 años trató ayer de poner fin a sus problemas quemándose a lo bonzo en la sede del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en Palma. Tras explicar que estaba sin empleo y que esa misma mañana intentó robar pan para poder comer, se roció con gasolina y empuñó un mechero para prenderse fuego. Dos testigos consiguieron impedírselo arrebatándole el encendedor y lo inmovilizaron, mientras la Policía, los bomberos y una ambulancia se dirigían al lugar por lo que pudiera ser. Consiguieron calmarle y hacerle desistir de su intentona suicida, y lo trasladaron a la unidad de Psiquiatría de un hospital.

Todo ocurrió hacia las once de la mañana en la sede central de CCOO, en la calle Francesc de Borja Moll, según explicaron fuentes sindicales y policiales. El joven entró en el edificio visiblemente nervioso y se dirigió a una de las mesas del Centro de Información para Extranjeros para solicitar ayuda, donde le pidieron que esperase unos minutos antes de ser atendido.

Robo frustrado

Un magrebí que se encontraba allí charló con él en árabe mientras esperaba. Según este testigo, el joven se mostraba muy alterado y le explicó que estaba "sin trabajo y sin nada". Su situación era tan desesperada que poco antes había tenido que ir a un comercio para robar una barra de pan, pero un vigilante lo había sorprendido y, según explicó el joven al hombre, le había encañando con una pistola a modo de escarmiento.

Tras este supuesto robo frustrado se dirigió a la sede del sindicato en busca de una solución. No era la primera vez que, dijo, se dirigía allí para pedir ayuda, pero según él nunca le atendían. Su desesperación fue creciendo tanto como su nerviosismo. De pronto, el joven sacó una botella, se roció la ropa con el líquido inflamable que esta contenía y sacó un mechero de su bolsillo. "No voy a matar a nadie, solamente a mi", gritó ante los presentes.

Varios testigos presenciaron cómo el hombre se mostraba dispuesto a prenderse fuego y trataba de prender la llama del encendedor. Sin embargo, la rápida reacción de dos personas lo impidieron. Una trabajadora del sindicato y un hombre se lanzaron hacia él y le arrebataron el mechero antes que ardiera vivo. Ya desarmado, el joven fue inmovilizado. Los testigos le quitaron la chaqueta, completamente empapada de gasolina, ante el riesgo de que pudiera prender y alertaron de lo ocurrido a la Policía. Rápidamente, varias patrullas de la Policía Nacional y Local, dotaciones de los Bombers de Palma y una ambulancia del 061 se desplazaron hasta la sede del sindicato, que fue desalojada tras el incidente.

Atención psicológica

Un psicólogo del Cuerpo Nacional de Policía, experto en negociaciones, habló con el joven durante unos 20 minutos hasta conseguir sosegar sus ánimos y hacerle desistir. Finalmente, pasado el mediodía, el hombre abandonó el edificio sindical acompañado por médicos y enfermeros del 061, que lo llevaron hasta la ambulancia. El joven, que fue identificado como un tunecino de 27 años, ingresó poco después en el hospital Son Dureta para recibir atención psiquiátrica tras su intento de suicidio.

Fuentes de CCOO reconocieron que vivieron con "un poco de susto" el suceso y señalaron que, probablemente, trabajadores del sindicato habían atendido con anterioridad a este hombre, por lo que creyó que allí podían ayudarle. Además, explicaron que el suceso ocurrió en el punto de entrada del sindicato, que es lugar en el que diariamente, se ofrece información a los afiliados.