Fundéu

Diccionario para dejar de ser un "foodie" que usa "bowls" y come "fingers"

La Fundéu ha hecho una lista con una treintena de extranjerismos usados en comidas, utensilios o técnicas de cocina para promocionar su versión española

Diccionario para dejar de ser un "foodie" que usa "bowls" y come "fingers".

Diccionario para dejar de ser un "foodie" que usa "bowls" y come "fingers".

Ana Rubiera

Mucho ha pasado desde aquellos años en los que la hostelería asturiana sin dominio de idiomas plagaba las pizarras de los bares de su propia interpretación de los nombres de los platos más internacionales –que eran solo unos pocos–. Haciéndolo además con mucho alegría para la interpretación propia y dando cancha a todo tipo de errores ortográficos.

Aquellos años en los que escribir "sandwiches" eran un galimatías para quien quería ofrecerlo en su bar y las "pizzas" tenían distinto número de zetas según quién las rotulara.

Ahora, justo cuando a Oviedo le han otorgado la Capitalidad Española de la Gastronomía 2024, un liderazgo con el que se quiere favorecer el turismo a través de la cocina, la invasión de extranjerismos en torno a la comida va camino de la colonización máxima. Haciendo muy nuestra la versión patria de "o gallina, o no cenar".

La cantidad de términos en inglés y en francés que ya están en los platos, en las técnicas de cocina y hasta en los utensilios es enorme, avisan los expertos y los que, simplemente, tienen ojos en la cara. Por si no lo sabe, "bowl" es lo que en España siempre se llamó un cuenco, un bol o un tazón, aunque ahora nos haya dado por llamarlo por su nomenclatura inglesa. Por no hablar de que los "cakes" son los bizcochos o que a las coberturas añadidas en algunas comidas ahora se les denomina "topping".

Consciente de la invasión, la Fundéu, la Fundación del Español Urgente, que es una institución sin ánimo de lucro que con el asesoramiento de la Real Academia de la Lengua tiene como principal objetivo impulsar el buen uso del español, ha lanzado una relación de una treintena de términos, en su mayoría ingleses y algunos franceses, que se están colando demasiado habitualmente en nuestros menús, pese a tener su alternativa en castellano.

"En las informaciones sobre el mundo de la alimentación y la gastronomía, tanto en medios de comunicación especializados como en los generalistas, es frecuente encontrar extranjerismos innecesarios que tienen alternativas en español", avisan desde la Fundéu. Y por eso han hecho su propia lista de la compra, destacando los siguientes términos y alineándolos con su correspondiente versión en castellano. Una buena guía para que Asturias, el próximo año, además de capital de la Gastronomía sea la capital de la Gastronomía en Español.

Las que siguen son las recomendaciones que, de buena fe, acabad de dar la Fundéu, por si alguien quiere tomar nota:

Bacon: mejor usar la palabra castellana bacon o beicon.

Baguette: baguete.

Beefsteak: bistec, bife,

Bowl: bol, cuenco, tazón.

Buffet: bufé.

Burger: hamburguesa.

Cake: bizcocho.

Cocktail: coctel/cóctel.

Couscous: cuscús.

Craft beer: cerveza artesanal.

Crêpe: crep, crepa, crepe.

Fast food: comida rápida.

Fingers (de pollo): tiras (de pollo).

Finger food: comida para picar, picoteo.

Flake: copo.

Foodie: comidista.

Food truck: gastroneta.

Green: verde.

Grill: parrilla, gratinador.

Healthy: saludable.

Hot dog: perrito/perro (caliente), pancho, jocho.

Pancake: panqueque, tortita.

Pop corn: palomitas de maíz, cotufas, rosetas (entre otras).

Raw: crudo.

Roast beef: rosbif.

Shaker: coctelera.

Showcooking: cocina en vivo/directo, demostración culinaria.

Street food: comida callejera.

Sommelier: sumiller.

Topping: ingrediente (adicional), extra, cobertura.

Wrap: rol, enrolado.

Según los expertos de la Fundéu, el francés ha sido durante años la lengua de la gastronomía, por eso "no es raro" que hayamos tomado muchos términos de ella; una circunstancia que ha derivado en una convivencia con el inglés, por su gran poder de arrastre, sobre todo en conceptos de lo que rodea al mundo gastronómico. Y, así, aunque los expertos de la lengua han tenido la tendencia a dejar los nombres de los platos extranjeros tal como llegan, "porque no podemos traducirlo todo", sí que han convenido en que "una vez que su uso se ha extendido en nuestra cultura, no debería haber problema en tener una alternativa en español, ya sea literal o con adaptación". Y donde hay menos dudas es en las técnicas y los utensilios... raro es el caso donde no haya una versión patria. Así que no tiene mucho sentido usar "bowl", o "grill" cuando un cuenco y una parrilla te lo solucionan todo.

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