Infecciones en la UCI

¿Existen las 'bacterias carnívoras'? Los intensivistas responden: "No, no como tal"

Lo que hay es "un variado grupo de bacterias que pueden causar infecciones que afectan a la piel, a los tejidos subyacentes y, en los casos más graves, a la fascia (la membrana que rodea al músculo)", responden desde la SEMICYUC

En este último caso es cuando se hablaría de fascitis necrotizante, añaden los médicos tras conocerse el caso de Jennifer Barlow, la modelo que sufrió la amputación de una pierna por una llamada bacteria 'carnívora'

Los intensivistas dicen que no existen las ’bacterias carnívoras’ como tal.

Los intensivistas dicen que no existen las ’bacterias carnívoras’ como tal.

Nieves Salinas

¿Existen las bacterias carnívoras? No. "No existen bacterias 'carnívoras' como tal. Lo que existe es 'un variado grupo de bacterias de diferentes géneros que, entre otros focos, pueden causar infecciones que afectan a la piel, a los tejidos subyacentes y, en los casos más graves, a la fascia (la membrana que rodea al músculo). En este último caso es cuando hablaríamos de fascitis necrotizante". Es la respuesta que han dado este martes los médicos de la UCI ante la alarma generada por la impactante noticia que tiene como protagonista a la modelo norteamericana, Jennifer Barlow, que sufrió la amputación de una pierna tras la infección causada por una "bacteria carnívora" mientras nadaba en el océano.

La infección derivó en una fascitis necrotizante -una infección bacteriana rara que se propaga por el cuerpo rápidamente y puede causar la muerte- que la mantuvo, según ha explicado la propia modelo, tres meses ingresada en un hospital. Se conoce como 'bacteria carnívora' a la bacteria Vibrio vulnificus que, según la autoridades sanitarias estadounidenses, está proliferando en las aguas a lo largo de la costa este del país y el Golfo de México. En el caso de la modelo americana fue intervenida por una grave infección en la pierna, causada por esa bacteria, que finalmente terminó con la amputación de la extremidad.

Barlow compartió el suceso en sus redes sociales. Ocurrió cuando estaba de vacaciones en las Bahamas. Ha explicado que al depilarse, se hizo un pequeño corte al pasarse la cuchilla al que no prestó mucha atención. Después, se metió en el mar a nadar, y se piensa que es en ese momento cuando una rara bacteria entró en contacto con su organismo, a través de la herida, lo que derivó en la citada fascitis necrotizante. 

Origen de controversia

La noticia ha dado la vuelta al mundo, y en ella siempre se habla de "bacterias carnívoras que viven en el mar". Para "evitar alarmas innecesarias en la población", el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas y Sepsis (GTEIS) de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha querido despejar dudas "sobre este tipo de infecciones bacterianas y las consecuencias que pueden tener en nuestro organismo, cuyo desconocimiento suele ser origen de controversia".

El doctor David Andaluz, coordinador del GTEIS de la sociedad científica y médico Intensivista del Complejo Asistencial Universitario de Palencia, explica que "es importante conocer el alcance de una infección, pero igualmente lo es saber las posibilidades y el contexto en el que se pueden dar, así como las herramientas que tenemos actualmente para tratarlas y evitar que vayan a más".

¿Existen las 'bacterias carnívoras'?

En esa línea, desde la sociedad insisten en que no existen las 'bacterias carnívoras' como tal. Lo que existe es un variado grupo de bacterias de diferentes géneros que, entre otros focos, pueden causar infecciones que afectan a la piel, a los tejidos subyacentes y, en los casos más graves, a la membrana que rodea al músculo. En este último caso es cuando se hablaríade fascitis necrotizante, puntualizan los intensivistas.

Las bacterias proliferan produciendo toxinas y enzimas que favorecen la extensión de la infección en profundidad

¿Cómo atacan a nuestro organismo bacterias como la Vibrio Vulnificus?. Responden: el proceso se inicia generalmente en la piel, a partir de una puerta de entrada como una herida o un traumatismo local. Las bacterias proliferan produciendo toxinas y enzimas que favorecen la extensión de la infección en profundidad, generando necrosis de los tejidos subyacentes y de la fascia, además de la formación de coágulos de los microvasos, derallan los médicos.

Esto, explican, favorece el daño orgánico, no sólo a nivel local, sino también a distancia (riñón, hígado, pulmones, etc). Es ahí, precisan, cuando se hablaría de una sepsis con evolución a fracaso multiorgánico, que es lo que podría llegar a producir la muerte del paciente.

No son infecciones frecuentes

¿Son infecciones frecuentes?. No, contestan los médicos de la UCI. Se calcula de 0,3 a 15 casos por 100.000 habitantes. Hay dos tipos: el tipo I, que suele ser polimicrobiana (producida por diferentes bacterias) y que suele afectar a pacientes con enfermedades crónicas como hepatopatía, diabetes o inmunodepresión; y la tipo II, que suele ser monomicrobiana (producida generalmente por una única bacteria, habitualmente del género Streptococcus o, menos frecuentemente, Staphylococcus) que afecta a gente más joven, con pocos problemas de salud documentados pero que pueden tener antecedentes de uso de drogas por vía intravenosa, traumatismo o cirugía reciente.

¿Infectarse por estas bacterias implica sufrir una fascitis necrotizante? No, aseguran. Muchas son agentes infecciosos relativamente frecuentes en nuestro medio. La evolución a fascitis necrotizante sólo se da en un porcentaje pequeño de pacientes con los factores de riesgo ya mencionados, en los que dichos patógenos producen una infección en la piel. El retraso en el diagnóstico y tratamiento de dicha infección puede favorecer el cuadro, aunque, aclaran, en ocasiones este puede producirse incluso a pesar de un tratamiento inicial adecuado.

Amputación del miembro infectado

¿La fascitis necrotizante obliga a la amputación del miembro infectado? No, contestan desde la sociedad científica. Sólo en casos extremos y con mala evolución puede llegar a ser necesaria la amputación de la zona afectada. El tratamiento inicial se basa en cirugía, con la apertura, limpieza y desbridamiento (retirada del tejido muerto o dañado para mejorar el proceso de cicatrización amplio de la zona afectada) y antibióticos.

La fascitis necrotizante tiene una mortalidad elevada -oscila entre el 15 y el 30%- que depende de diferentes factores como las características del paciente o del germen causante

¿Cuál es el grado de mortalidad de un infectado con fascitis necrotizante?.Va a depender de diferentes factores. Los intensivistas apuntan a las características del paciente o del germen causante. En general, matizan, se habla de una mortalidad que oscila entre el 15 y el 30%. El pronóstico depende en gran medida de un diagnóstico precoz y de un tratamiento agresivo temprano.

Más allá de la mortalidad, concluye el experto de la de la SEMICYUC, esta patología tiene además una elevada morbilidad por la gravedad de las lesiones que produce, tanto a nivel local como a distancia en otros órganos. Por eso el manejo de estos pacientes debe realizarse en un Servicio de Medicina Intensiva, ya que necesitan de una estrecha monitorización, curas y cuidados de enfermería frecuentes, sedoanalgesia intensa y, frecuentemente, técnicas de soporte orgánico como ventilación mecánica o diálisis.