Planes de verano

La vuelta al mundo en 80 minutos

Bartomeu Font

Bartomeu Font

Otro de los restaurantes para descubrir este verano es Lassala, cuyo creador es el chef Andreu Benítez. El concepto recuerda a la exquisita propuesta culinaria que prepara en Botànic, pero sin ser tan sofisticada. De hecho, Benítez explica que Lassala es la versión precursora de este restaurante situado en el casal de Can Bordoy de Palma, pero que en este caso es más sencilla y desenfadada. Las dos tienen las verduras, las hortalizas, el humo y las brasas como hilo conductor.

Lassala se encuentra en las instalaciones del hotel Sa Posada des Molí, en es Pil·larí, y al igual que Can Bordoy es propiedad de Mikael Hall, quien ya ha empezado a hacer cambios en la infraestructura y que próximamente llevará a cabo una reforma de las habitaciones, manteniendo el carácter rústico del establecimiento. Como jefe de cocina tiene a Andrés Moriano, que desde marzo de 2019 trabaja codo con codo con Benítez. La carta de Lassala permite dar la vuelta al mundo a través de sabores y especias, pero en vez de hacerlo en 80 días, como el protagonista de la novela de Jules Verne, el viaje de sabores podría hacerse en el tiempo de un almuerzo o una cena. El preludio de este recorrido de sabores es el pan de pita del ‘forner’ David Bordoy, que se acompaña de tres salsas (yogurt, curry de albaricoque y picante de tomate de ramellet). Después puede continuar a través de sus ocho ensaladas, que destacan por su presentación y elaboración, como la Turca, con mutabal de berenjena, granada, queso de cabra con zumaque (especia muy apreciada en Oriente Medio), salsa de sésamo y hojas frescas de hierbabuena; o la Libanesa, con hummus de garbanzos, calabaza (primero se hace al vapor y después en las brasas del Josper, servida con una salsa cantonesa y una vinagreta de sésamo), tabolué de pimiento rojo, fresas, cebolla roja, ensalada de perejil y menta y garbanzos crujientes. El viaje puede continuar, dependiendo del apetito del comensal o si se opta por compartirlas a modo de tapeo, con las ensaladas Thai, con colinabo verde, zanahoria, piña, mango, aliño de chile y cacahuetes picantes; la Mediterránea, que lleva tomate rosa de temporada con pimientos rojos asados y encurtidos de Mallorca; la Toscana, con base de láminas de calabacín aliñadas con limón, burrata, cherrys confitados, rúcula, piñones y pesto de albahaca; la Eslava, de remolacha cocida, boniato asado, brócoli, berros, queso fresco con remolacha y pipas de calabaza; la Latina, preparada con aguacate a la parrilla y embadurnado en mojo picón, pico de gallo, yuca frita y causa limeña; y la Griega, con pepino, queso feta, aceitunas kalamata, tzaziki, tomates cherry y apio encurtido.

Ensalada libanesa.

Ensalada libanesa. / B. Font

Otra de las opciones para recorrer el mundo de plato en plato son las ocho brochetas, como la Asiática, con pollo campero marinado en cacahuete y cilantro; la Canaria, de lomo de atún y mojo picón; la Mallorquina, con gamba roja cocida a la sal; la Mediterránea, de rape con mojo y marinado de azafrán; la Peruana, con pulpo en vinagreta de ají amarillo; la Argentina, de lomo de vaca gallega y chimichurri; la Marroquí, de lomo de cerdo con yogur y hierbabuena; y la Vietnamita, de presa de cerdo ibérico. Todas ellas pueden comerse solas o acompañadas de verduras asadas, como la coliflor, que se sirve rebozada de especias y con salsa de sésamo y cúrcuma; la berenjena, que se prepara glaseada con miso, sésamo y cilantro, o las alcachofas, confitadas con picadillo de ‘envinagrats’ y mostaza, entre otras propuestas. Para finalizar, recomiendo la piña que se sirve asada y se termina en la mesa, flambeada con ron Amazona y acompañada de salsa de chocolate y maracuyá, peta-zetas y helado de coco.

Los sábados por la noche es una excelente opción para probar toda su carta ya que hay bufet de ensaladas y brochetas, además de música en vivo y cine para los más pequeños de la casa. Por cierto, el restaurante cerrará por ocupación completa del hotel el 23 de agosto y volverá a abrir sus puertas el 22 de septiembre.

Brochetas asiáticas de pollo campero y berenjena glaseada con miso.

Brochetas asiáticas de pollo campero y berenjena glaseada con miso. / B. Font

Apunts de sobretaula

Des que va començar a cuinar fins avui dia, Andreu Benítez acumula un quart de segle de carrera professional. Vaig començar a sentir-ne a parlar quan era la mà dreta de Tomeu Caldentey. Crec que a l’hotel Protur de sa Coma va aprendre molt amb aquest mestre de l’alta cuina fins que va arribar un dia que va decidir fer el seu camí. 

De fet, allò que trob interessant és que Benítez ha creat el seu estil propi. D’una banda, té el producte vegetal com a estendard i, d’altra banda, defuig del concepte fusió: «Jo m’inspir en altres cultures», puntualitza. Aquest interès pels vegetals i les hortalisses el connecten amb la seva infantesa, concretament amb les estones que passava a l’hort dels Garrovers (Marratxí) amb el seu padrí, Pedro Rodríguez Marroquino. «Em sent més còmode treballant i cuinant verdures i hortalisses fresques perquè em connecten amb el passat, que no pas fent o interpretant la cuina tradicional», remarca. A més, els vegetals combinats amb les espècies d’arreu, que aporten aroma, gust i color a cada elaboració, li permeten fer una cuina viatgera, que recrea espais que ha visitat i cultures del món. Sens dubte, uns plats que ho paga de tastar.

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Camí de Son Fangos, 417. Es Pil·larí. Palma. 971 260 593

Abierto lunes a domingo, de 13.30 a 15.30 y de 19 a 22 horas.

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