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La riña en los fondos de Cíes en Vigo que cautiva a ‘Science’

La prestigiosa revista se hace eco del encuentro de dos científicos del IIM-CSIC con un ejemplar que arrancó el regulador a uno de ellos y visibiliza la investigación de impacto que se desarrolla en Vigo

Ejemplar fotografiado en los fondos de la Ría deVigo. MANUEL E. GARCI/IIM-CSIC

Un malentendido sin consecuencias entre un pulpo de Cíes y dos científicos del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC ha captado la atención de Science. La influyente revista se hace eco de este curioso encuentro en su sección Letters, donde publica noticias breves e impactantes con una vertiente divulgadora.

Bajo el título “Una riña en el mar”, Jorge Hernández Urcera y Manuel E. Garci relatan su encuentro con un pulpo mientras buscaban zonas de desove de cefalópodos en los fondos del Parque Nacional Illas Atlánticas, una información de interés para el diseño de áreas marinas protegidas.

El ejemplar se encontraba camuflado bajo la arena, a 15 metros de profundidad, cuando se percató de la presencia de los dos investigadores y, en lugar de huir, como ocurre habitualmente, nadó hacia ellos con gran velocidad y le arrancó el regulador de buceo –el dispositivo que permite respirar bajo el agua– a. Garci.

Durante unos segundos, el cefalópodo, un adulto y, muy probablemente, macho, se negó a soltar su botín y Hernández Urcera compartió aire con su compañero mientras ambos trataban de liberar el dispositivo. Finalmente, el animal decidió deshacerse de él y lanzó una nube de tinta mientras huía del lugar totalmente ileso.

El artículo publicado esta semana en "Science".

“Es la segunda vez que nos ocurre algo así. En una ocasión, mientras buscábamos muestras de huevas, una hembra me quitó las gafas y se fue con ellas dentro de la cueva donde protegía la puesta. Y seguro que a la gente que bucea en Galicia le han pasado episodios similares. Pero es algo excepcional, porque lo habitual es que se alejen nadando cuando detectan nuestra presencia. Hemos hecho centenares de inmersiones y es lo que casi siempre ocurre. Aunque los ejemplares de mayor tamaño a veces se ponen más agresivos. Al fin y al cabo, están en su territorio”, explica Hernández Urcera, que pertenece al departamento de Ecología y Recursos Marinos.

Lo más destacable del relato de la breve escaramuza en Science, añade el biólogo, es que da visibilidad internacional a la investigación sobre cefalópodos que se desarrolla en el IIM y a la necesidad de establecer áreas marinas protegidas que los protejan de la pesca ilegal y la sobrepesca.

“No deja de ser una anécdota, pero que Science nos haya seleccionado ayuda a poner a nuestro departamento, al instituto y al Parque Nacional Illas Atlánticas en el mapa. No es un artículo científico al uso, pero pone en valor la investigación que estamos desarrollando en el IIM-CSIC para conocer la biología del pulpo en su medio natural y la importancia de crear áreas marinas protegidas”, subraya Hernández Urcera.

Los biólogos vigueses Manuel E. Garci y Jorge Hernández Urcera. J. H. URCERA

Desde luego, llegar a publicar en una de las revistas con mayor impacto del mundo no es un reto sencillo La competencia es inmensa, pero lograrlo conlleva una enorme repercusión global. De hecho, pocas horas después de la aparición del artículo, un investigador canadiense contactó con el vigués para compartir con él un encuentro similar que había tenido con otro pulpo en el Pacífico. “Le ha pasado a más gente y con especies más grandes que la nuestra, Octopus vulgaris”, añade.

Desde 2012, los expertos del IIM-CSIC estudian de forma pionera las poblaciones de cefalópodos –pulpo, choco y calamar– en su medio natural para localizar zonas de puesta y asentamiento de alevines en los fondos de Illas Atlánticas.

El proyecto Cefaparques, liderado por Ángel Guerra y financiado por la Red de Parques Nacionales, ayudó a determinar varias áreas de gran interés para la conservación del pulpo.

Pero todavía quedan muchas facetas por descubrir y los expertos han solicitado una continuación en la última convocatoria de Parques, que se resolverá en unos meses. “Queremos seguir buscando zonas de reproducción y reclutamiento de juveniles con nuevas metodologías. Seguiremos estudiando las tres especies y estamos diseñando colectores para larvas”, avanza Hernández Urcera.

Cefaparques II estará liderado por Ángel González, que también dirige en estos momentos otro proyecto muy novedoso, financiado por el plan nacional de I+D, para profundizar en aspectos de la biología del pulpo todavía desconocidos y aportar conocimiento para su cultivo sostenible.

Ecosuma ya recogió larvas durante una campaña por el Atlántico a bordo del Sarmiento de Gamoba y también ha marcado ejemplares en Cíes para seguir sus movimientos. “El objetivo es arrojar luz sobre las fases más desconocidas. Todavía hay muchas incógnitas”, reconoce Urcera.

Un ejemplar de "Octopus vulgaris" en la Ría de Vigo.

Proyectos pioneros en el medio natural

La breve escaramuza con el ejemplar de Cíes se enmarca en las novedosas investigaciones que desde hace una década llevan a cabo los expertos del IIM-CSIC en el Parque Illas Atlánticas y la Ría de Vigo. Su comportamiento –enfrentarse a ellos antes de huir– no es frecuente, pero los propios protagonistas ya habían tenido alguna experiencia previa similar.

De hecho, al final del artículo publicado en Science, bromean sobre la necesidad de crear áreas marinas protegidas para que ningún otro buzo “malinterprete” el comportamiento de los pulpos y los acuse de peligrosos, cuando las “grandes amenazas” en el mar son la pesca ilegal y la sobrepesca.

No es la primera vez que los estudios vigueses sobre el pulpo despiertan el interés de la comunidad internacional. Hace unos años y dentro del proyecto Cefaparques, Hernández Urcera y Garci documentaron por primera vez en la naturaleza escenas de canibalismo del Octopus vulgaris. Y el nuevo proyecto Ecosuma, que implica estudios de genética, ecología y oceanografía, también aportará interesantes resultados sobre las facetas más desconocidas de esta enigmática especie.

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