Felipe VI, Letizia, Leonor y Sofía han visitado hoy a Lluc. Al llegar, les esperaban la presidenta del Govern Francina Armengol, la presidenta del Consell Catalina Cladera, el presidente del Parlament Vicenç Tomàs, la delegada del Gobierno Aina Calvo y el alcalde de Escorca Antoni Solivellas. La Familia Real ha saludado e inmediatamente ha posado para la prensa junto a las autoridades.

El azul ha sido el color dominante en la indumentaria elegida por la Familia. Letizia y la princesa Leonor lucen dos vestidos en este color. Asimismo, la reina porta a juego un bolso de tela de llengües en su mano, posiblemente el mismo que llevó a Son Marroig en 2019 (Bolsas FQ, bolsas solidarias para ayudar a la asociación catalana de fibrosis quística) y levantó tanta polvareda entre los artesanos de la isla. La infanta Sofía, muy alta, va con un mono blanco, el mismo que lució el año pasado en Petra, mientras que el monarca ha elegido un pantalón también azul y una camisa clara.

Justo después de los saludos protocolarios, han iniciado la visita al Centre d'Interpretació de la Serra Ca s'Amitger, donde la directora del paraje natural Susana Llobet les ha dado las explicaciones y donde se han podido llevar una visión detallada de los valores paisajísticos, etnológicos, culturales y naturales que atesora la Serra. 

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Los Reyes y sus hijas visitan Lluc G. Bosch

 Tras contemplar algunos audiovisuales, la Familia Real se ha dirigido al exterior para ir hasta la Plaça dels Peregrins, donde se sitúa el Portal Mayor del Santuario de Lluc, centro espiritual por excelencia de Mallorca. Allí, rodeados por algunas de las esculturas que forman parte del proyecto Camí de Lluc, del artista Joan Bennàssar, han sido recibidos por el Obispo Sebastià Taltavull, el prior Marià Gastalver, el padre Antoni Burguera y el diácono, Antonio Moreno. Algunos ciudadanos que estaban allí esperando han recibido a los reyes al grito de "viva el rey" y aplausos. La Familia Real les ha saludad e incluso Felipe ha chocado su codo en forma de saludo con un hombre que llevaba tiempo esperando el desembarco real.

Después han subido por el camino de los misterios y han contemplado la Vall d'Aubarca.

Tras los saludos, se han dirigido al interior del monasterio por el pasillo central hasta llegar a la plaza del Bisbe Campins. Tras las primeras explicaciones, la comitiva ha entrado en la basílica, donde se ha producido uno de los momentos más emotivos del día. Unos cuarenta niños y niñas, de entre 6 y 16 años, que forman parte de la Escolanía de Lluc, la más antigua de Europa, les estaban esperando en el altar para cantar, tal y como ha adelantado DIARIO de MALLORCA.

Los Reyes han abandonado Lluc a las 21 horas, habiendo realizado una visita de una hora y media en total.