15 domingo, de concierto

¿No se veía venir? Alfondo Díez, duque de Alba de Tormes consorte, ha rejuvenecido tanto que se pasea por ahí de fiesta con su hijastra. A Díez, otrora sobrio funcionario de la Administración del Estado, le pierde Dani Martín. Ambos, Alfonso y Eugenia, se dejan ver juntos y bien avenidos en el concierto que da el cantante en Sevilla. Y no es la primera vez que la duquesa de Montoro da el relevo a su madre. Porque aunque sean aristócratas, una de cuna, el otro por matrimonio, les va la marcha. A la duquesa también, pero está más mayor. El pasado verano no se perdieron el recital de Alejandro Sanz, también en la capital hispalense, y hace nada coreaban a Pablo Alborán. Se ve que Eugenia y Alfonso tienen muchas cosas en común. Las más evidentes, Cayetana, madre y esposa respectivamente, y el gusto por el pop. Pero también se sospecha que ambos podrían haber pasado por las manos del mismo cirujano. Eugenia, la ex de Francisco Rivera, ex de Gonzalo Miró, ex de Rosauro Varo -entre otros- cuarentañera, y el marido de su madre, sexagenario, lucen una nariz diferente a aquella con la que llegaron al mundo y un rostro de porcelana. Será la marca de la casa. Sea cual sea.

16 lunes, pobre televisión

La Oficina de la Defensora del Espectador de RTVE -no confundir con el chiringuito de María Teresa Campos en Telecinco- cree que Entre todos "no puede ser sino polémico, pues en todos los casos hace referencia a situaciones personales muy difíciles". Dice la gente que es amarillista y morboso, que hace espectáculo de la desgracia ajena. Le Figaro lo llama "un programa de televisión para pobres". ¿Qué sabrán estos franceses? Los trabajadores sociales se quejan del uso de los niños. Los discapacitados piden que lo retiren. No sé cómo pueden cuestionar un programa que tiene el plácet real porque lo ve la reina. Cuando las caras lastimeras y las limosnas son tan antiguas como la civilización occidental. Y Toñi Moreno es una santa. Y un cascabel.

17 martes, bombones

Hasta la fecha se conocían, a grandes rasgos, dos actitudes ante las víctimas de la crisis: una, la de la solidaridad y dos, la del tipo "que se jodan" oída en el Congreso. Hasta que llegó Carmen Lomana. La celebridad es vecina de la inefable cadena de televisión de Intereconomía, en lo mejorcito de Madrid. Los trabajadores andan de protesta, reclaman sus nóminas. La mujer que sentenció que los ricos también lloran porque no pasan hambre pero no tienen cash, decidió no ser como la diputada que gritó lo que gritó y bajó a ayudar. ¿Se ofreció la mediática a hablar con sus jefes?, ¿amagó con no aparecer por el progama del gato y el agua por más caché que le ofrezcan? No, pero les llevó mazapanes y bombones. Como en casa del embajador.

18 miércoles de postal

Artur Mas felicita la Navidad con una alegoría del asedio a Barcelona de las tropas borbónicas en 1705, Miley Cyrus con los pechos al aire, Carlos y Camila de Inglaterra posan sonrientes -hasta donde ellos pueden- en las carreras de Ascot, tocados con chistera y pamela. Es decir, dime cómo es tu postal (aunque sea virtual) y te diré cómo eres. A no ser que seas el rey y la reina de España, que optan por el comodín, el clásico grabado. Pero los príncipes no, ellos son otra cosa. Felipe con Leonor y Letizia con Sofía. Es lo que tienen las ramas sucesorias. En el Museo del Prado como una familia cualquiera, pero culta. Se detienen ante un cuadro por azar y se hacen una foto. Por azar es el retrato velazqueño de la infanta Margarita, de los últimos Austrias. Es lo que tienen los árboles dinásticos. Pero ¿por qué están los cuatro casi a la misma altura? ¿Quién se agacha y quién no? ¿Ha vuelto la reina a hacer de las suyas con el corta y pega digital? ¿Quién y por qué tenía plataforma bajo los pies? ¿Pero no era una imagen espontánea? El próximo año, una Natividad, una Anunciación o un Adoración cualquiera, y listos.

19 jueves, de princesa a princesa

La ´princesa del pueblo´ se compara sin empacho con Letizia. ¿Por qué no habría de hacerlo? ¿Acaso no proclamó Isabel Pantoja que era como la infanta? Son los daños colaterales de la plebeyización de la sangre azul, que diría Jaime Peñafiel. Destiñe y cualquiera se siente capaz de llegar a ceñirse una corona. "La vida de las princesas es muy complicada. Yo he hablado con Letizia. Ella está en una posición muy difícil. Pero le he dicho que en esto no le puedo aconsejar", eso ha soltado la de San Blas, y se ha quedado tan ancha. Y ya en calidad de autora de superventas y pensando en cómo de tensas deben de ser las comidas navideñas en la Zarzuela, se permite incluso invitar a la princesa: "Si tu te ves mal en Nochevieja te vienes" Que todo quedará entre colegas.

20 viernes, cine español

Era cuestión de tiempo. Y de vista. María José Campanario también. La esposa de Jesulín de Ubrique se ha unido a su marido en el reparto de Torrente 5. Se descarta el nepotismo, pues las revistas aseguran que ella no quería, pero Santiago Segura es muy insistente, que a Mari Jose no le gustan nada las cámaras ni los focos ni su nombre en letras luminosas. La sospecha viene porque ellos, desde la boda, son un pack a efectos de exclusiva. Lo que no se sabe todavía es el papel que interpretará. Aunque conociendo cómo se las gasta Torrente, que pensó -sin éxito, eso sí- en Mario Conde o Eduardo Zaplana para hacer de malos malísimos -rol de villano que finalmente encarnó el cantante Francisco- se puede esperar cualquier cosa. Quizá apreció dotes para la interpretación en las sentidas declaraciones de Campa sobre el banquillo. El cine español puede respirar tranquilo. Se ha ido Lolita Sevilla, y con ella la voz del pueblo ante los americanos, pero queda la de la esposa de un torero, que también es algo muy propio, y encima la puedes vestir de faralaes.