Cuando todavía resonaban en el escenario del Teatre Principal de Palma los ecos de los compases de la antología que sobre el Anillo wagneriano ha interpretado con maestría nuestra orquesta sinfónica en la temporada de ópera, cuando las llamas del Walhala no se habían apagado del todo; va y la orquesta, sin día de por medio, nos ofrece su último concierto de temporada con un programa nada trivial.

En la primera parte una obra de uno de los compositores españoles más cualificados, Antón García Abril, el músico de Teruel muy conocido también por sus bandas sonoras de películas y, sobretodo, de series de televisión (El hombre y la tierra, Anillos de oro, Fortunata y Jacinta€).

Guadalaviar es una obra escrita para quinteto de metales, percusión, dos pianos y orquesta de cuerdas. De hecho es una petición del Spanish Brass Luur Metalls, que, en el concierto que comentamos, actuó de solista; aunque no podemos hablar de un solo grupo solista pues tanto los dos pianistas (Miquel Estelrich y Juan Sureda) como los tres percusionistas (Armando Lorente, Susana Pacheco y Juan Carlos Murgui) no actúan en ningún momento de acompañantes sino que toman protagonismo casi al mismo nivel que los cinco vientos.

El compositor de Teruel toma el nombre de una pequeña población cerca de su capital para escribir una obra llena de ritmos que recuerdan la música popular, la música de raíces. La composición pide, en algunos momentos, imágenes. Bien podría servir de banda sonora para algún documental o para ilustrar paisajes turolenses. Consta de un solo movimiento aunque se notan separaciones entre diferentes estilos y melodías, éstas muchas veces apareciendo dialogadas entre el quinteto y la cuerda. Los solistas, todos, muy en su lugar y la dirección correcta.

En la segunda parte la más que conocida quinta sinfonía de Tchaikovsky ya con la orquesta al completo. La versión que nos ofreció Cristóbal Soler pecó de falta de matices. Su lectura fue plana, técnicamente correcta pero sin garra, sin profundizar en esos contrastes sonoros que la obra requiere. Un ejemplo: en el segundo movimiento, mientras las cuerdas cantaban la preciosa melodía, casi no se percibía el sonido de los vientos en el que es un acompañamiento muy inspirado.

*Orquestra Simfònica de Balears

Soanish Brass Luur Metalls

Cristóbal Soler, director

Obras de García Abril y Tchaikovsky

17 mayo