La Catedral de Mallorca se llenó anoche de alegría y esperanza con motivo del primer acto oficial del 25 aniversario de Projecte Home Balears, la ONG que se dedica a la prevención, tratamiento, formación e investigación de las conductas adictivas. Mil quinientas personas ocuparon la práctica totalidad de los asientos dispuestos en el templo, en el que la Orquestra Simfònica de les Illes Balears y la Coral Universitat interpretaron la Novena Sinfonía de Beethoven.

Con los fondos recaudados en este concierto benéfico –las entradas donativo oscilaban entre los 10 y los 30 euros–, Projecte Home podrá acometer el proyecto de construcción de su nueva sede en Palma, en Son Morro, en unos terrenos cedidos por el ayuntamiento.

Sobre las nueve de la noche, media hora antes del inicio del recital, comenzaron a llegar los primeros espectadores, muchos de ellos abanico en mano, sabedores de que en el interior de la Catedral pasarían una velada también marcada por las altas temperaturas.

En primera fila, junto al altar mayor, se sentaron las autoridades, políticas, militares y eclesiásticas. Entre otros se pudo ver al obispo Jesús Murgui; el comandante general de Balears, Adolfo Orozco López; el presidente del Govern, José Ramón Bauzá; el alcalde de Ciutat, Mateo Isern; y el delegado del Gobierno en Balears, José María Rodríguez.

Antes de que sonara la música hubo parlamentos. El primero en intervenir fue Armando Pomar, presidente del Rotary Club Mallorca, colectivo que también asumió las tareas de organización del concierto. "Cuando se inició Projecte Home, los rotarios ya advertimos de los peligros de la droga, para la juventud y los adultos. Todos conocemos, a través de amigos o familiares, los efectos de las drogodependencias (...) El de hoy es un homenaje a los hombres y mujeres de Projecte Home, que desempeñan una labor de ayuda a los que quieren ser ayudados", señaló Pomar.

Desde el altar también habló Tomeu Català, capellán y fundador de Projecte Home, para recordar que la obra que el público iba a poder escuchar, la Novena Sinfonía de Beethoven, "es un cántico de esperanza, alegría y hermandad que expresa lo que cada día hacemos en nuestra ONG".

Con unos minutos de retraso sobre el horario previsto arrancó el concierto, dirigido por el titular de sa Simfònica, el compositor catalán Salvador Brotons, quien dio muestras de su talento conduciendo con la clase que atesora a la masa. En total participaron 83 músicos de la ´Ciutat de Palma´ y 120 cantantes, dirigidos por Joan Company, responsable de la Coral Universitat, que se vio reforzada por algunas voces invitadas de otras corales mallorquinas y por la Coral de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. En el papel de solistas actuaron Juan Carlos Falcón, tenor; Maia Planas, soprano; Tomeu Bibiloni, barítono; y Frederique Sizaret, mezzo-soprano.

La parte coral de la sinfonía, la del último movimiento, todo un símbolo de la libertad, fue la que más gustó al público, quizá por contener una melodía fácilmente reconocible y de fama mundial. Los espectadores despidieron con una fuerte ovación a músicos y cantantes.

Durante los próximos meses se sucederán los actos programados por Projecte Home para celebrar su cuarto de siglo de vida, en los que la música tendrá un papel protagonista.