OFTALMOLOGÍA

Esta es la segunda causa de ceguera en el mundo y la mayoría no sabe que la tiene

La mitad de las personas con glaucoma no saben que lo tienen, y este porcentaje puede ser aún mayor en países en vías de desarrollo

Así podemos evitar la segunda causa de ceguera en el mundo.

Así podemos evitar la segunda causa de ceguera en el mundo. / Prostooleh. Freepik.

Según los datos de la World Glaucoma Association casi 80 millones de personas sufre glaucoma, un trastorno degenerativo, crónico y progresivo del nervio óptico que, si no es diagnosticado y tratado a tiempo, puede producir la ceguera irreversible

  • El problema es que la mitad de las personas con glaucoma no saben que lo tienen, y este porcentaje puede ser aún mayor en países en vías de desarrollo.
  • Esto se produce porque, en sus primeras etapas, la enfermedad es completamente asintomática. 
El glaucoma es un trastorno degenerativo, crónico y progresivo del nervio óptico.

El glaucoma es un trastorno degenerativo, crónico y progresivo del nervio óptico. / Hospital Quirónsalud Barcelona y Centro Médico Teknon

Cualquiera de estos síntomas debe alertarnos sobre el glaucoma

A pesar de que en un primer momento el glaucoma pasa desapercibido, según avanza la enfermedad van apareciendo algunos síntomas que es esencial reconocer: 

  • Visión borrosa.
  • Dolor de cabeza.
  • Visión de halos alrededor de las luces.
  • Pérdida de visión, que va afectando progresivamente al campo visual.

Cualquiera de estas señales nos debe llevar lo más pronto posible a la consulta de un oftalmólogo porque según la doctora Sara Hernández, oftalmóloga y experta en glaucoma del Hospital Sanitas CIMA, “estos síntomas no se manifiesten hasta que se ha producido una pérdida visual irrecuperable”. 

Tener alta miopía o antecedentes familiares aumenta el riesgo de glaucoma.

Tener alta miopía o antecedentes familiares aumenta el riesgo de glaucoma. / Adobe Stock.

Factores que favorecen la aparición del glaucoma

Cualquiera puede desarrollar un glaucoma, pero es cierto que existen determinados factores que elevan el riesgo de tenerlo, como por ejemplo:

  • La presión intraocular elevada
  • Antecedentes familiares
  • Tener alta miopía (más de 5 o 6 dioptrías)
  • El uso de determinados medicamentos
  • Sufrir traumatismos oculares. 

Y como explica la doctora Hernández:

  • “De todos ellos, el único que en la actualidad es posible modificar es la presión intraocular elevada, y este es el objetivo habitual en los planes de tratamiento”.

Para poder controlar esta tensión, es esencial que el diagnóstico se realice lo antes posible y, de esta manera, poner en marcha un plan de tratamiento destinado a ralentizar al máximo la progresión de la enfermedad.

Diagnóstico y tratamientos del glaucoma

Cuando nos ponemos en manos de un experto en oftalmología con el fin de determinar si sufrimos glaucoma o no, nos realizará un exhaustivo estudio en el que se realizarán diversas pruebas, como “un examen de los segmentos anterior y posterior del ojo, medida de la presión intraocular, valoración del ángulo irido-corneal mediante gonioscopia, etc”. 

Además de todos estos métodos diagnósticos, los oftalmólogos cuentan con el fundamental apoyo que les aportan pruebas complementarias como la tomografía de coherencia óptica, el campo visual o la paquimetría (que permite medir el grosor corneal), principalmente.

La progesión del glaucoma se puede controlar o evitar distintos tratamientos.

La progesión del glaucoma se puede controlar o evitar distintos tratamientos. / Adobe Stock.

Como ya hemos visto es una enfermedad crónica e irreversible, pero sí es posible controlarla o evitar su progresión mediante distintos tratamientos. La doctora Hernández explica que el láser SLT es, a día de hoy, una opción de primera línea que “permite retrasar la necesidad de utilizar colirios y, en aquellos que los utilizan, eliminar o reducir la dependencia de los mismos”. 

  • Una técnica eficaz ya que “de los que se tratan con colirios, una parte presenta problemas de cumplimiento y adherencia, debido a intolerancia o alergia, dificultades en la aplicación, problemas de memoria o simplemente incomodidad”, añade. 

El láser SLT también “tiene cabida en otros escenarios, siempre individualizados para cada paciente y el perfil de su enfermedad. Esta técnica aporta una ventaja diferencial muy grande, dado que permite reducir la dependencia de la medicación y, por tanto, mejorar la adherencia al tratamiento”, señala la oftalmóloga.

Además del láser, los especialistas también disponen de nuevas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, que permiten controlar la enfermedad y eliminar o reducir la dependencia de colirios. 

“Su buen perfil de seguridad y la consecuente menor tasa de complicaciones hacen que sean una herramienta eficaz para mejorar la calidad de vida de los pacientes, al ser posible reducir o eliminar la dependencia de los colirios, sin tener que esperar a que la enfermedad progrese o se encuentre en estadios avanzados”, concluye doctora Hernández.