Fútbol

El Mallorca se queda con cara de tonto ante la Real Sociedad

Los bermellones caen en el descuento con un gol de Mikel Merino en un duelo condicionado por un pésimo arbitraje y la expulsión de Raíllo, que les ha dejado con uno menos toda la segunda parte (1-2)

Dani Rodríguez se lamenta tras una acción.

Dani Rodríguez se lamenta tras una acción. / rcdmallorca

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

Más cruel, imposible. Al inolvidable Tomeu Beltrán no le gustará nada el inmerecido desenlace de este encuentro. Después de jugar con uno menos durante toda la segunda parte, el Mallorca ha caído ante la Real Sociedad por culpa de un gol de Mikel Merino en el minuto noventa y dos en un partido en el que se ha adelantado con un golazo de Antonio Sánchez y que ha estado condicionado por la expulsión de Raíllo. El punto era buenísimo, sobre todo porque había sabido jugar en inferioridad durante tanto tiempo ante un adversario de Champions, por lo que da rabia quedarse sin premio.

Ha dejado de ser noticia que González Fuertes, uno de los peores árbitros de Primera, cuaje una mala actuación, desquiciando a todos, pero concederle toda la autoría de la derrota sería faltar a la verdad.

Las consecuencias de la jornada son mínimas porque se mantiene a seis del descenso, pero los bermellones han perdido una gran oportunidad de poner más tierra de por medio con los de abajo y, más allá del duelo frente al Alavés del sábado, se podían centrar en la histórica vuelta de la Copa del Rey del martes frente a los donostiarras.

El inicio del partido ha sido el soñado. A los tres minutos los locales se han puesto por delante gracias a un golazo de Antonio Sánchez. Valjent ha sacado un fuera de banda, Larin no ha podido controlar el balón con el muslo y el palmesano, con toda su potencia, se ha aprovechado de que quedara suelto para soltar un zurdazo desde la frontal del área que ha sorprendido a Remiro. El 1-0 representaba un panorama idílico, pero quedaba un mundo por delante. No es extraño que los vascos tuvieran la posesión, pero se le apagaban las luces en el último pase. Un tiro de Zubimendi que ha despejado Rajkovic y otro de Sadiq ha sido su carta de presentación en un duelo que se ha ido calentando a medida que el colegiado González Fuertes ha ido asumiendo protagonismo hasta que se le ha ido de las manos.

Un gran disparo de Dani Rodríguez se ha ido desviado por muy poco tras un mal despeje de Traoré, pero lo cierto es que ha sido la Real Sociedad el que ha elevado su intensidad. Hasta que Take Kubo ha marcado las diferencias. Muriqi, que ha pedido falta, pierde la pelota, que le llega al japonés, que ha ido avanzando metros sin que Nastasic le tapara para chutar con la zurda raso y dejar sin reacción a Rajkovic. El asiático, que militó dos cursos en el Mallorca, decidió no celebrarlo por respeto a su exequipo. 

Ese 1-1 ha hecho daño, casi tanto como lo que ha sucedido en el descuento de esta primera parte. Raíllo sufre una falta de Sadiq, el capitán se revuelve y el árbitro le muestra la amarilla. El cordobés, que no ha entendido la amonestación, decide aplaudir y González Fuertes le expulsa, a instancias del cuarto árbitro, al creer que lo hace de forma irónica. El central se ha indignado, pero quizá no era consciente de lo mucho que acababa de perjudicar a su equipo. Llueve sobre mojado en este asunto porque, aunque le asista la razón, el zaguero debe saber controlarse. 

Jugar con diez durante toda la segunda parte aumentaba la dificultad hasta el extremo, aunque Javier Aguirre ha preferido mantener al mismo equipo, con una defensa de cuatro y los dos puntas, al inicio de la segunda. Antonio Sánchez, que ha corrido más kilómetros que nadie, lo ha intentado con otro chut que ha rebotado en Le Normand y se ha ido alto. Los bermellones no han puesto el autobús en la reanudación, pero era inevitable no recular ante un adversario que solo inquietaba con tiros desafortunados de Traoré. En el minuto sesenta y cuatro ambos entrenadores han movido el árbol, pero Aguirre ha seguido con el mismo dibujo.

Cambios en los dos equipos

Morlanes y Abdón, por una parte, y Barrenetxea, Pachecho y André Silva, por el otro, buscando más energía. Y segundos después el propio Barrene ha asustado con un gran tiro que se ha ido fuera. Al Mallorca le interesaba que pasaran pocas cosas, algo complicado ante un rival de este calibre, pero lo ha conseguido durante mucho tiempo. Otra vez el extremo de los de San Sebastián ha creado problemas con un tiro seco que ha obligado a Rajkovic a realizar una gran parada y, ya en el descuento Take, ha disparado demasiado alto.

Y cuando todo apuntaba a que se iban a firmar las tablas, que hubiera sido un gran éxito, Mikel Merino ha enmudecido Son Moix con un cabezazo inapelable en el noventa y dos. Y a los mallorquinistas se les ha quedado cara de tontos. Qué pena.