Larin se rehabilita para el Mallorca

Cyle Larin ya es decisivo en el Mallorca. El gol del delantero en el último segundo de la prórroga de una eliminatoria de la Copa del Rey ante el Tenerife que estaba destinada a resolverse en los penaltis evidencia que va a más (0-1). Justo cuando más le necesitaba el equipo, en el momento más delicado, no le temblaron las piernas para recoger en el corazón del área el pase con la cabeza de Gio y fusilar a Tomeu Nadal en el minuto 119:59. Esta acción significa mucho más que un tanto para los bermellones, que mantienen la ilusión por seguir dando la talla en una competición que ya le ha dado alegrías en el pasado.

El canadiense necesitaba una alegría de este calibre para elevar su autoestima, pero el Mallorca también. Lo mejor que le puede pasar a los de Javier Aguirre es que el ariete se inspire como en el Heliodoro Rodríguez López mientras se espera la recuperación de Muriqi.

Larin llegó en verano para marcar las diferencias y lo cierto es que en esta primera parte de la temporada acumulaba decepciones. El club pagó la friolera de 7,5 millones de euros, el segundo fichaje más caro de su historia solo por detrás del de Sergi Darder, una cifra que se puede aumentar en un millón más por objetivos. Deslumbró en el Valladolid anotando ocho goles en media temporada y su contratación disparó las expectativas entre la afición. Aterrizó en la isla fuera de forma, con evidente sobrepeso para un profesional, porque no había hecho pretemporada con los pucelanos. De hecho estuvo cerca de un mes en Jamaica gestionando su pasaporte con el país caribeño sin hacer casi nada. Y se notó porque incluso el propio Aguirre reconocía que debía ponerse a tono. Eso se tradujo en malas actuaciones, sin ver portería y dejado solo algunos chispazos en ataque, algo insuficiente para un atacante que ha costado tanto dinero.

La lesión de Muriqi le concedió un mayor protagonismo y se estrenó en la Liga ante el Sevilla con un gol que dio los tres puntos y que anotó cuando ya había jugado 582 minutos. Sin embargo, ha tenido que llegar 2024 para que empezara a mostrar que también tiene pólvora vestido de rojo y negro. Y los números no engañan. Ha marcado en los tres encuentros de este año de forma consecutiva. Ya perforó la meta rival ante el Burgos en El Plantío en la Copa (0-3), ante el Celta en Son Moix (1-1), en un duelo en el que falló ocasiones para todos los gustos, y el miércoles frente a los chicharreros. Sin embargo, da la impresión de que está rehabilitado y que en esta segunda vuelta será muy útil. Ya toca.

Larin devuelve la ilusión por los valores del fútbol: así fue el detalle del delantero del Mallorca con dos jóvenes aficionados del Tenerife