Fútbol

La última bala de Javier Aguirre en el Real Mallorca

Pese a que desde el club se transmite máxima tranquilidad, la trascendental semana de tres partidos, dos ante rivales directos como el Cádiz y el Alavés, dejará al entrenador mexicano contra las cuerdas si las victorias siguen sin llegar

Javier Aguirre da instrucciones en el partido ante el Betis.

Javier Aguirre da instrucciones en el partido ante el Betis. / Efe

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

A Javier Aguirre se le agota el tiempo. Tiene el apoyo de la planta noble de Son Moix, donde valoran su gran labor desde que aterrizó en la isla en 2021, pero a nadie se le escapa que la dinámica de resultados que está atravesando el Mallorca debe cambiar ya. Una victoria en doce partidos es un balance paupérrimo. Por eso es fundamental que enderece el rumbo antes de Navidad para que el ambiente no sea insoportable.

La dirección deportiva que comanda Pablo Ortells confía en su trabajo, pero el primero que sabe lo que sucede cuando no llegan las victorias es el propio entrenador mexicano, que es consciente de la dictadura de los resultados en el fútbol. La cuerda siempre se rompe por el mismo lado y el mallorquinismo necesita alegrías para que no tenga que hacer las maletas«Si no cumplimos el objetivo, lo más probable es que perdamos el empleo, eso sucede en cualquier empresa futbolística», reflexionó en la previa del último duelo ante el Betis.

Es imposible garantizar que una destitución fuera la solución a todos los males que padecen los bermellones, tal y como se está demostrando en el Almería o en el Villarreal, pero el discurso del ‘Vasco’ pierde credibilidad a medida que pasan las jornadas.

Méritos

Es cierto que desde el desastre de Girona (5-3) el equipo ha experimentado una notable mejoría en su juego, pero eso no le está bastando para acumular alegrías que le otorguen tranquilidad. Ha hecho méritos de sobra para llevar más que los nueve puntos que figura en su casillero, eso no se puede negar, pero los errores propios o incluso ajenos, como el penalti pitado en el descuento en Vallecas ante el Rayo (2-2), han hecho mucho daño.

Las expectativas generadas tras el cierre del mercado invernal, con más de veinticuatro millones de euros invertidos en fichajes, son ahora el peor enemigo de Aguirre, que sigue sin sacar el jugo a una plantilla que no está rindiendo al nivel que se esperaba en verano. El preparador ha repetido hasta la saciedad que lo que les falta es acertar en las áreas, es decir, mostrarse fiables en defensa, uno de sus sellos la campaña anterior, y mostrar pegada en ataque. Pero ni una cosa ni la otra convencen, ni mucho menos. No queda demasiado, aunque muchos de los jugadores son los mismos de aquel equipo que era un dolor de cabeza y un bloque incómodo para el rival, para después aprovecharse de las individualidades de Muriqi y Kang In Lee. Es cierto que la venta del coreano al PSG se tradujo en perder talento, pero los fichajes de Darder -diez millones- o Cyle Larin -ocho- debían provocar que se notara lo menos posible, todavía sin éxito.

No se puede olvidar que con el de Ciudad de México en el banquillo, el Mallorca logró una milagrosa permanencia hace dos cursos tras sustituir a Luis García Plaza y en el anterior firmó una exitosa novena posición sin pasar ningún apuro para firmar la salvación. 

Aguirre lo ha intentando de todas las maneras. Con defensa de cinco y de cuatro, con dos delanteros o solo con Muriqi, con tres o cuatro centrocampistas, pero la realidad es que no ha dado con la tecla para ganar. Las excusas empiezan a caer en saco roto entre el mallorquinismo, por lo que en los siguientes encuentros pasa su futuro inmediato. Después de este parón de veintiún días, el Mallorca se mide al todopoderoso Atlético de Madrid en el Metropolitano, una plaza muy difícil, pero es que después tiene dos partidos seguidos en casa que no se pueden escapar de ninguna manera porque, además, son frente a rivales directos. Contra el Cádiz, el miércoles 29 de noviembre (21 horas), y frente al Alavés, el domingo 3 de diciembre (14 horas). Todo lo que no sea sumar, como mínimo, estos seis puntos de nueve, dejaría sin argumentos a Ortells, sobre todo si el Mallorca cae en puestos de descenso, algo que siempre eleva el nerviosismo. 

Darder dijo el jueves que se sienten a gusto con Aguirre. «Estamos con el míster, está claro. Nunca se ha dicho que se echan a tres o cuatro jugadores cuando las cosas van mal, es algo irreal y siempre se va hacia el entrenador. Nosotros estamos muy tranquilos con él, la pasada temporada fue espectacular. Entiendo la crispación de la gente y los nervios que puede haber fuera, pero dentro del vestuario somos conscientes de que no estamos de vacaciones y de que la realidad es que tenemos que ganar partidos. Creemos mucho en el trabajo que estamos haciendo. Esto es el fútbol, ganar un partido y que haga un ‘click’ e ir sumando de tres en tres, que es lo que nos dará la permanencia lo antes posible», comentó convencido. Ahora es el momento de hablar en el campo de una vez porque no parece que el crédito, como suele pasar en este deporte, sea ilimitado.

Horario ante el Sevilla

Por otra parte, LaLiga anunció ayer que el partido del Mallorca ante el Sevilla en Son Moix se disputará el sábado, 9 de diciembre, a las 21 horas.

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