Primera División

El plan de Javier Aguirre se tambalea

El técnico mexicano del Mallorca se ha visto obligado a renunciar a su defensa de cinco en los tres partidos de Liga al marcar siempre primero el rival

El equipo ha perdido mucha fortaleza atrás sin Raíllo y mucha eficacia en el área rival

Dani Rodríguez protege el balón en el suelo ante la presión de Ignasi Miquel, del Granada.

Dani Rodríguez protege el balón en el suelo ante la presión de Ignasi Miquel, del Granada. / Europa Press

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Solo son tres partidos, pero este Real Mallorca no se parece en nada al del curso pasado. La fortaleza defensiva, la agresividad en todo el campo y el acierto en área rival, características de los bermellones en la última temporada, han dado paso a un una línea de tres centrales que hace aguas, a un centro del campo que no se entiende y a una delantera que no produce. 

Y lo peor, es que la fe inquebrantable de Javier Aguirre en su sistema de cinco defensas se tambalea. Encajar siempre antes que el rival, algo que ha sucedido en las tres jornadas de Liga, está obligando al técnico mexicano a sacrificar a un central para dotar de más armas al equipo, pero con ello tampoco se están consiguiendo resultados, ya que los futbolistas parecen no entenderse a la hora de tener que llevar la iniciativa y los delanteros, especialmente Muriqi, están enfrentados con el gol (aunque se han marcado tres tantos hasta el momento, dos a balón parado). 

Recular en vez de achicar tras perder el balón, demasiado espacio entre todas las líneas, falta de entendimiento a la hora de construir jugadas, pocos efectivos sumados al ataque durante una transición rápida... Son muchos los problemas que, mala suerte al margen, están lastrando a los bermellones.

No hay que obviar que la baja de Raíllo ha modificado por completo todo el libreto del entrenador bermellón. Sin él, ha optado por colocar a Valjent en el centro y utilizar a Gio González como central, aunque en partidos como el del sábado ante el Granada se viese que, por mucho que haya tenido encuentros buenos, no es su posición. Con Van der Heyden destinado por ahora a calentar la silla en el banquillo, no queda otra que aguardar la llegada de un fichaje que pueda jugar desde el principio como titular y devuelva la solidez a la defensa. 

Porque los problemas del Mallorca empiezan ahí, pero continúan en el resto del campo. Es cierto que el centro del campo ha sido la línea que más modificaciones ha sufrido, pero por ahora el balón pasa muy poco por ahí. La llegada de Sergi Darder, más la presencia de futbolistas como Morlanes, Mascarell, Samú Costa o Dani, debían suponer un salto de calidad y una herramienta más para tener el control en los partidos, pero el pelotazo desde atrás buscando a Muriqi , que todavía no está, se está convirtiendo en un arma ya viciada. O en su defecto, balón largo a Maffeo para que busque el centro al área. 

Un sistema que funcionó

Es lógico que Aguirre defienda este modelo de juego, ya que le funcionó el curso pasado en la mayor parte de los partidos. Pero ahora todo está saliendo al revés. Crearle ocasiones al Mallorca era una utopía y las pocas que se tenían a favor acababan en gol. No importaba tanto el cómo si el resultado al final de los noventa minutos era favorable, como siempre en el fútbol. 

Ante Las Palmas cambiar el sistema en el descanso dio resultado. Pero no así ante el Villarreal –los bermellones estuvieron controlados en todo momento por los de Quique Setién– o este sábado frente al Granada, en el que se llegó con algo de emoción al final tras encontrarse con un gol de Samú Costa. 

Tiene ahora una semana por delante Javier Aguirre para buscar la manera de recuperar la identidad de este Mallorca, que parece todavía no tener muy claro a qué jugar. Lo mejor es que esto es el inicio y que los bermellones tienen capacidad de hacerlo mejor, porque peor es complicado. Ante el Athletic este domingo en Son Moix, antes del primer parón por selecciones, tienen una gran oportunidad de cambiar las tornas. Y en los despachos, Pablo Ortells sigue buscando un central, estando atento a que en los próximos cuatro días, cuando concluye el mercado de fichajes, no aparezca nadie y se lleve a algún jugador importante como Rajkovic o Maffeo. Se avecina una semana intensa. 

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