Después de un año de concienzudas investigaciones sobre un posible comportamiento sexista y racista con sus trabajadores, la NBA se pronunció esta pasada semana sobre la figura de Robert Sarver, propietario del Real Mallorca y de los Phoenix Suns, y el resultado es una inhabilitación por un año y una multa de diez millones de euros. La sanción, a priori, no debería repercutir en la entidad bermellona, según consideró el CEO Alfonso Díaz: «Es algo que ha ocurrido en Estados Unidos y que aquí no nos afecta». Sin embargo, no toda la afición tiene la misma opinión en cuanto a la figura del propietario del club y sobre cómo puede o no repercutir la decisión de la NBA.

Bernat, Lluís y Angie hacían este sábado tiempo en el Mallorcafé antes de entrar en el estadio para ver el partido frente al Almería. «Me parece lógico que le hayan investigado porque se está tratando un tema muy grave que va más allá de lo puramente deportivo y creo que puede afectar de una u otra manera al club, aunque desconozco hasta qué punto. De todas formas, esta entidad es mucho más que su dirigente y eso también hay que tenerlo en cuenta», reconocía el primero.  

«En mi opinión, lo que ha ocurrido puede generar una mala imagen, aunque no representa a esta entidad. Cualquier conducta de este tipo tiene que estar penada, sobre todo para que la gente tome conciencia sobre algo tan grave. Lo más lógico es que el Mallorca intentara desprenderse de su figura para no dañar su imagen», coincidía Lluís. «Yo lo metería en la cárcel», puntualizaba Angie desde una posición algo más radical: «Que se quede ahí y se pudra. No sé hasta qué punto puede afectar todo lo que ha salido, pero es evidente que si aquí no pasa nada es por el tema de siempre, la pasta». 

«A mí me parece perfecto todo lo que sea sacar los trapos sucios de personajes que, de una manera u otra, han dañado a otras personas, tanto en un espacio laboral como, en este caso, dentro de una franquicia de baloncesto», valoraba por su parte Biel Alemany, socio de la entidad: «Entiendo que los trabajadores del Mallorca cobran del señor Sarver e irán con cuidado de decir según qué, su posicionamiento en entendible, pero creo que no es el correcto». 

No todos los aficionados, sin embargo, creen que la decisión de la NBA tenga que trascender más allá de las fronteras estadounidenses. Raúl hacía hincapié en la diferencia de tratarse de «dos equipos y dos deportes diferentes», y, sobre todo, «de dos países distintos»: «Si va a pagar por lo que ha hecho, no creo que tenga que afectar para nada a este club. Personalmente, no creo que el Mallorca tenga que tomar cartas en el asunto e intentar desvincularse de su imagen. Al final es propietario de unas acciones y, en principio, no las va a dejar. Es un tema que ocurrió en EEUU y tampoco creo que le hayan puesto una sanción tan ejemplar, con lo cual, quizás todo lo que ha pasado tampoco es tan transparente».

Pedro Garau y Marc Sánchez también hacían tiempo en los aledaños de Son Moix antes de entrar al estadio. En la opinión de ambos, «la sanción ha sido bastante floja». «Casi que se puede considerar hasta simbólica, sobre todo teniendo en cuenta los precedentes que había habido con otros dueños. Podían haberle obligado a vender la franquicia y no lo han hecho y la verdad es que, siendo un tema tan delicado, la sanción parece ridícula. No creemos que el Mallorca tenga que desvincular su imagen de la de Sarver porque es un ámbito totalmente diferente. A nosotros nos ha demostrado, o eso dicen, que en este club no ha tenido este comportamiento, por lo tanto, aquí no afecta», coincidían.

Xim es educador social y reconocía que «tras todo lo que se ha hablado en los últimos días» nunca podría «estar a su favor». «Parece que los Suns ya van a perder a PayPal como patrocinador, así que entiendo que económicamente aquí puede temer consecuencias. Respecto a los hechos, si son verdad, que me imagino que sí después de toda la investigación, hay que condenarlos y habría que evitar que su imagen se relacionara con el Mallorca, aunque creo que, pese a que se desvinculara, seguiría en la sombra. Pero, oye, que gracias a Robert por la inversión», puntualizaba.

Por su parte Raquel Bennasar, que acudía a ver el partido junto a su amiga Silvia, consideraba que todo lo ocurrido «no afectará económicamente al club». «Creo que han hecho una buena labor al subsanar todos los problemas económicos que teníamos y la verdad es que lo que pase en la NBA a nosotros no nos debería importar. Aun así, creo que su imagen se debería desvincular, quizás estaría bien que saliera a hablar y que identificase las diferencias de lo que pasó allí y lo que no ha ocurrido aquí», zanjaba la aficionada.