No hay peor rival actualmente en la Liga para cortar por lo sano una nefasta racha de resultados y juego. Líderes indiscutibles en la tabla, eufóricos tras una noche histórica en la Liga de Campeones y con futbolistas que rozan la perfección semana tras semana. El Mallorca, muy tocado en lo anímico tras la dura derrota en el último minuto en Vigo (4-3), cierra esta noche a las 21 horas la jornada contra el Real Madrid, que vivirá en un Son Moix que rozará el lleno la antesala de una semana marcada por la disputa del Clásico ante el Barcelona seis días después.
Son pocos los argumentos a los que el conjunto de Luis García puede agarrarse para creer que ganar ante los de Ancelotti es posible. Pero la gracia infinita del fútbol es que da juego a la imprevisibilidad. Se logró hace dos temporadas (1-0) y los bermellones confían en poder repetir la gesta. Jugar como local, la posible relajación del conjunto visitante, el bajón del conjunto merengue ante rivales de la parte baja y el miedo a los puestos de descenso como estímulo pueden equilibrar la balanza.
1- La primera de las once finales
Ningún integrante de la plantilla ni miembro del club calificará el choque ante el conjunto blanco como una final, pero el calendario es el que es y este partido, a pesar de la enorme dificultad que entraña, es otra oportunidad para seguir sumando puntos.
Las cuatro derrotas seguidas deben olvidarse y no deben afectar a lo que suceda en el verde. Más allá de los duelos que restan ante rivales directos, el Mallorca debe ser capaz de competir y rascar ante equipos de mayor enjundia. La situación en la tabla ya se está tiñendo de colores dramáticos y no se puede desaprovechar ningún partido. Las posibilidades son pocas, pero los bermellones deben apurarlas hasta el final y disputar cada pelota como si fuera la última de su carrera deportiva. Todo el pequeño margen que se les dé a los de Ancelotti puede significar la derrota en cualquier jugada.
2- Tener solidez en defensa
Si hay un partido para que la defensa se reivindique es este. De nada vale ser el segundo equipo más goleado (45) y recibir al más goleador (56). Sergio Rico, Maffeo, Raíllo, Valjent y Jaume Costa/Oliván, junto con el resto de los que jueguen, tienen que convertir el área mallorquinista en una zona inhabitable para los atacantes blancos.
La prueba en Vigo de tres centrales y dos carrileros fue un ensayo que acabó en fracaso. Ante el Barcelona se apostó por Baba y Battaglia en el doble pivote, pero tampoco funcionó. Más allá del sistema que emplee Luis García, todos los jugadores no deben dar un metro por perdido ni un balón por imposible. Los futbolistas de Ancelotti no necesitan espacios para brillar, por lo que las vigilancias, las ayudas y el acierto en el marcaje deberán funcionar a la perfección.
3- Dar protagonismo a Muriqi
El Mallorca ha disputado sus mejores partidos cuando Muriqi ha sido protagonista. Ante la Real Sociedad y el Celta apenas se le vio. El 4-4-2 es el sistema que mejor encaja con él, y las probaturas apenas tienen sitio con once partidos por delante. Retornar a lo que ha funcionado en más ocasiones, blindando al ariete kosovar y regando de jugadores las caídas de balón tras sus disputas aéreas, parece la mejor opción. Con él, los bermellones son infinitamente mejores en el área.
4-Fortaleza ante los contratiempos
Ya sea un gol en contra en los primeros minutos o una decisión arbitral incomprendida, el Mallorca debe ser capaz de superarlo y centrarse en el partido. Los nervios deben quedarse fuera del terreno de juego y para ello deben colaborar también desde el banquillo, transmitiendo tranquilidad. Los inicios de partido no están siendo buenos para los bermellones. Ante Cádiz –se acabó remontando– y Valencia se encajó cuando la gente aún estaba tomando asiento. Este error, y más ante un rival implacable como el Real Madrid, no puede repetirse para tener opciones de llevarse la victoria.
5-La motivación de Take Kubo
Un partido ante el Real Madrid es uno de los mejores escaparates posibles para un jugador. Y si hay un futbolista del Mallorca que tiene ganas de reivindicarse ese es Take Kubo. El nipón, eterno cedido del conjunto blanco, quiere demostrar que pueden contar con él para el año que viene y querrá mostrar todo su repertorio. Pero antes de intentar brillar en ataque, deberá emplearse en defensa, puesto que además su banda es la natural de Vinicius Junior, un futbolista que necesita constante vigilancia.
6- Revivir el espíritu del Wanda
Si algún partido tienen como espejo, más allá de la victoria de hace dos temporadas en Son Moix y de la que varios de los titulares fueron partícipes, es el triunfo en el Wanda ante el Atlético. El Mallorca, como hiciera también ante el Sevilla (1-1), ha demostrado ser capaz de competir ante mejores equipos. Y con esa idea es con la que debe afrontar el choque. La goleada en la primera vuelta (6-1), en un once plagado de menos habituales, debe servir también como motivación extra.
7-El factor Son Moix
Pese al nefasto horario escogido por la Liga ( lunes a las 21 horas), inaccesible para muchos aficionados de la part forana y niños, Son Moix se prepara para su posible primer lleno de la temporada. A pesar de que habrá un gran contingente de aficionados madridistas, tanto en la grada visitante como en el resto del estadio, los mallorquinistas les superarán en número y debe servir como aliento a los futbolistas en los muchos momentos críticos que pasará durante los noventa minutos.
Quitando el pobre partido ante la Real Sociedad, el Mallorca ha competido bien en todos los encuentros disputados como local. La motivación y animadversión de ver desfilar al Real Madrid en su feudo hará que el estadio sea un clamor y que apriete desde el primer minuto. Toda esa energía deben aprovecharla los de Luis García para sacar fuerzas, garra y convicción de que ganar es más que posible.
8- Las rotaciones en el Real Madrid
A pesar de que el Real Madrid cuenta con todos los jugadores disponibles para Son Moix, es probable que, tras el esfuerzo de la eliminatoria europea ante el PSG y el importante partido ante el Barcelona seis días más tarde, Ancelotti presente modificaciones en su once. Obvia decir que cualquier suplente es prácticamente igual de bueno que el titular, pero la falta de minutos y ritmo de futbolistas como Isco, Hazard, Bale o Jovic puede ser un factor a aprovechar por los de Luis García, que puede encontrarse con un rival más relajado.
El conjunto madridista intentará dejar sentenciado el partido lo antes posible. Aguantar el estirón inicial y obligarles a forzar la máquina es de debido cumplimiento. Además, un partido disputado conlleva faltas y amonestaciones. Y en ese contexto el entrenador italiano sabe que tiene a Mendy, Militao y Casemiro, tres titulares fijos, a solo una tarjeta de cumplir ciclo, por lo que se arriesga a perderles de cara al Clásico en el Bernabéu.
9-Fragilidad ante la parte baja
El Real Madrid tan solo ha perdido dos partidos en Liga, y curiosamente fueron ante Espanyol (2-1) y Getafe (1-0), ambos a domicilio. Además, empataron en casa ante Cádiz (0-0) y Osasuna (0-0) en el Santiago Bernabéu, y frente al Elche (2-2) y el Levante (3-3) también como visitantes. En el cómputo global de la Liga, los de Ancelotti han dejado de sumar dieciocho puntos y catorce de ellos ha sido ante equipos de la zona media y baja de la clasificación.
La propuesta de un partido cerrado y sin espacios se le atraganta al conjunto blanco, mucho más cómodo con espacios. Si el Mallorca consigue cerrar bien los caminos y tapar a futbolistas como Modric, Benzema o Kroos tendrá mucho ganado.
10-La suerte, un elemento necesario
Un partido perfecto en todos los sentidos no garantiza la victoria o el empate ante un equipo como el Real Madrid. Los grandes equipos necesitan entre poco y nada para sumar victorias y una dosis de suerte será necesaria para allanar el encuentro. Ya sea por un gol cantado que pegue en el palo en vez de ir dentro, que el VAR vea con buenos ojos acciones polémicas en las áreas o que algún jugador del Real Madrid cometa un error impropio, los bermellones necesitarán de cualquier ayuda extra que les facilite la tarea de poder sacar adelante el partido e insuflarse de moral para lo que viene, diez jornadas decisivas para la permanencia.
