Mucho más que una final por el ascenso para el Mallorca B

El Mallorca se juega mucho más que un ascenso esta sábado ante el Formentera (16:45h/IB3 Televisió). El proyecto de cantera del club pasa por que el filial, sobre todo después de que los mayores hayan regresado a la elite, juegue en la Segunda RFEF. No ganar en el Municipal de Santa Francesc -el empate no le sirve por mejor clasificación de los pitiusos- supondría un golpe muy fuerte porque significaría que se quedaría en la Tercera División.

Con la reorganización de la Real Federación Española de Fútbol, esta categoría supone la quinta del fútbol nacional, un nivel muy bajo para un club tan profesionalizado como el Mallorca, sobre todo si alguno de sus jugadores aspiran dar el salto durante la temporada al equipo de Luis García Plaza. Sin ir más lejos, la Real Sociedad es el filial que está más arriba, con su reciente ascenso a la Segunda División, mientras que en la Primera RFEF militarán el del Real Madrid, Barcelona, Sevilla, Betis, Villarreal, Celta y Athletic.

Son Bibiloni ha acogido un momento muy emotivo este viernes cuando los jugadores de sus categorías inferiores han animado, con un gigantesco pasillo, a los futbolistas del filial que se juegan su futuro en la isla vecina. Lo han hecho tanto sobre el césped de uno de los campos como en el asfalto, cuando los pupilos de Julián Robles ya se marchaban en furgonetas.

El equipo del técnico mallorquín, que podrá contar con Luka Romero tras superar sus molestias, no ha rendido al nivel esperado durante una temporada en la que ya han dado el salto el Andratx y el CD Ibiza, pero ha sabido resistir lo suficiente para llegar a esta final por el ascenso. La épica con la que consiguió el pase a este duelo decisivo, tras tumbar en el minuto 118 de la prórroga al Platges de Calvià (0-1) el pasado domingo, ha elevado las emociones de cara a este encuentro en Formentera. Una final más importante que el salto de categoría.

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