El Mallorca ha cuajado una primera vuelta prácticamente inmaculada. Segundo en la tabla con 42 puntos, el equipo comandado por Luis García se ha colocado por méritos propios en la terna de candidatos al ascenso directo. Doce victorias en 21 encuentros, 28 goles a favor por tan solo 10 en contra, invicto a domicilio… Unos registros espectaculares que cuentan con un pequeño lunar que deberán resolver. Tres derrotas figuran en su casillero y todas ellas cosechadas en Son Moix.

Rayo Vallecano, Fuenlabrada y Las Palmas son los tres equipos que se han marchado con el botín de los tres puntos del hogar bermellón, los dos últimos de manera consecutiva. Además, el Mallorca se ha dejado puntos en los empates ante Albacete y Sporting. Trece puntos en total han volado de la isla hasta el momento, unos malos números para un equipo que aspira a subir por la vía rápida a Primera y que se han maquillado gracias al rendimiento del equipo a domicilio. Es cierto que el equipo ha logrado sus victorias más amplias en Son Moix (4-1 ante el Logroñes o 3-1 ante Málaga y Castellón), pero también es donde ha arrojado más dudas.

Tiene trabajo pendiente ahí Luis García, ya que en el próximo mes y medio aterrizarán en Son Moix tres huesos como son el Girona (30 de enero), Espanyol (14 de febrero) y Almería (21 de febrero). Tanto el conjunto dirigido por Vicente Moreno como los de Jose Gomes son los dos rivales directos por el ascenso directo, por lo que es imperativo que el Mallorca recupere su mejor tono, ya que por el momento no ha sido capaz de sumar tres victorias seguidas en su estadio. El Leganés de Pep Lluis Martí también tendrá que visitar la isla.

Uno de los principales factores es que en los tres encuentros el equipo no tuvo continuidad en su juego. Si en el resto de partidos en Son Moix el equipo arrancó de forma arrolladora, arrinconando al rival y poniéndose rápido por delante en el marcador, en estos les costó encontrar la temperatura al choque y no teniendo el protagonismo necesario con el balón, el momento en que los bermellones se sienten más cómodos en el terreno de juego.

A pesar de todo, lo cierto es que los tres partidos que han acabado con derrota han estado salpicados por circunstancias especiales. El primero de ellos fue el que sirvió para abrir el campeonato liguero ante el Rayo Vallecano. Con un equipo por hacer, inmersos todavía en pleno mercado de fichajes y con futbolistas más fuera que dentro del club, el Mallorca ofreció una muy mala imagen y cayó por la mínima ante los de Andoni Iraola (0-1).

Para el segundo hubo que esperar 17 partidos, con la visita del Fuenlabrada para cerrar el año 2020. Errores arbitrales (gol mal anulado a Abdón por mano previa de Raíllo) y errores individuales (autoexpulsiones de Raíllo y Cufré y fallos de Reina) condujeron al equipo a encajar su segunda derrota y a despedir el año con mal sabor de boca.

Una sensación que se agigantó en la derrota de la última jornada ante Las Palmas. En este encuentro, en que Luis García recuperaba a efectivos importantes como Dani Rodríguez, Valjent o Raíllo, el equipo no pudo competir en ningún momento. El conjunto canario se hizo amo y señor del encuentro, jugando a sus anchas y dedicándose, tras el tanto de Araujo, a defender su ventaja.

Con toda la segunda vuelta por delante, el Mallorca debe recuperar su mejor nivel en Son Moix para poder conseguir el billete a Primera y no tener que sufrir en un largo y peligroso playoff de ascenso.