Con el fatídico 2020 a punto de llegar su fin, el Mallorca llega al segundo tramo de la temporada con los deberes del ascenso a Primera muy bien encaminados. Segundos en la tabla a un punto del líder Espanyol, los pupilos de Luis García Plaza han mantenido una gran regularidad desde el inicio del curso amparada en la fortaleza defensiva– siete goles en contra– y en la imbatibilidad –solo dos derrotas en 19 duelos– que le han permitido irse al parón navideño en posiciones de privilegio.

Ahora, con el 2021 a la vuelta de la esquina, el Mallorca afronta su mayor reto hasta la fecha: consolidarse en las dos primeras plazas de la tabla hasta mayo, la línea de meta en el que se decidirá que equipos suben por la vía rápida a la máxima categoría del fútbol español. El mercado de fichajes de invierno, que abrirá sus puertas el 4 de enero, es el primer escollo que debe superar la dirección deportiva del club. No ajena a posibles cambios en la plantilla y con la idea de reforzar al equipo (si surge una buena  oportunidad ), encara cuatros semanas claves de cara a seis meses que se antojan de una dificultad máxima.

El bloque de Luis García, que regresa hoy a los entrenamientos tras una semana de asueto por vacaciones navideñas, se ha mostrado como una máquina perfectamente engrasada y que ha destacado, más allá de registros históricos, en ser competitivo en cada partido y estadio.

Las rotaciones en el once, un arma del que deberá seguir echando mano el técnico bermellón, han permitido mantener viva la llama de la competitividad interna dentro del grupo y favorecer que, juegue quien juegue, todos vayan a una sea quien sea el rival que está delante. Debido a lo apretado del calendario en algunos tramos, es vital mantener esta misma filosofía.

Seguir manteniendo los registros lejos de la isla, hasta el momento prácticamente impecables, se antoja otro de los grandes desafíos del Mallorca. Todavía no conoce la derrota a domicilio y, a pesar de que ya ha visitado a la mayoría de grandes rivales de la categoría (Espanyol, Leganés, Almería o Girona) le quedan por delante enfrentamientos en campos muy complicados como el Toralín (Ponferradina), Vallecas (Rayo Vallecano) o el Molinón (Sporting). Mantener el buen nivel como visitante allanará mucho el camino hacia el premio gordo para mayo.

Al igual que a domicilio, el Mallorca debe seguir por el mismo camino en Son Moix e incluso mejorarlo, ya que las dos derrotas (Rayo y Fuenlabrada) han llegado precisamente jugando como local. A tenor de que en los dos próximos meses pasarán por el Camí dels Reis los otros aspirantes al ascenso, es de capital importancia fortalecer los resultados en la isla y convertir, como ya fuera hace dos temporadas, los duelos en el fortín bermellón en un mal sueño para los rivales.