Luka Romero y el Mallorca tienen previsto citarse esta semana para negociar un acuerdo para que el joven atacante pueda firmar su primer contrato como profesional. El golazo que marcó ante el Logroñés el domingo, y que ha tenido una gran repercusión internacional, no ha cambiado la hoja de ruta entre las partes, que son conscientes de que después de que el adolescente cumpliera los dieciséis años el 18 de noviembre se abría una vía imprescindible para formalizar su relación.

Carlos Sureda, agente del argentino y representante en España de Lian Sports, la influyente empresa de Fali Ramadani, espera conversar en las próximas horas con el director deportivo del club, Pablo Ortells, para analizar los pasos a seguir. Eso sí, este encuentro tendrá que ser vía telemática ya que el dirigente bermellón, al igual que el CEO de Operaciones Comerciales, Alfonso Díaz, está confinado en su domicilio al haber estado en contacto con un positivo por coronavirus.

Hay sintonía entre las partes, y la predisposición del jugador también es buena, pero no es una operación sencilla. Todo puede quedar dinamitado si se decide tener en cuenta a los clubes grandes, con capacidad para presentar una suculenta oferta, irrechazable en lo económico. Desde hace meses, Lian Sports, que ha recibido numerosas consultas sobre la situación de Luka Romero, tiene claro que el futbolista es un cliente y que defiende sus intereses, por lo que quiere analizar con calma todos los detalles para determinar los pasos a seguir.

No hay que engañarse. El Mallorca está desprotegido porque Luka podría marcharse hoy mismo sin que percibiera nada a cambio, más allá de los derechos de formación. Es el jugador el que tiene la sartén por el mango, por lo que la estrategia en la planta noble de Son Moix es clara. La baza a la que se aferra es la deportiva. No hay otra. Tratan de seducirle dejándole claro que será más fácil que siga creciendo siendo futbolista del primer equipo, entrenando y jugando con los mayores aunque, de momento, alterne sus participaciones con el filial de Julián Robles en Tercera División.

Luka y el Mallorca se citan esta semana para negociar su contrato

Luis García le ha dado mucho cariño desde la pretemporada y se ha apresurado a dejar claro que hay que mimarle, sin precipitarse, para que a medida que vayan pasando las semanas vaya asentándose al ritmo que exige el fútbol profesional. De hecho, sus palabras también se pueden demostrar con números porque ya ha participado 79 minutos, repartidos en cinco encuentros, y con el acierto de haber estrenado su cuenta particular de goles.

Luka ocupa una de las posiciones mejor cubiertas en el primer equipo, una circunstancia que eleva la dificultad de que pueda tener más protagonismo, pero tanto en el club como en su entorno consideran que trabajar a diario junto a los Salva Sevilla, Dani Rodríguez y compañía es muy positivo para su progresión. De hecho, Luka se ha hecho querer dentro del vestuario, tal y como se reflejó en la celebración del tanto frente a los riojanos, cuando sus compañeros hicieron una piña a su alrededor conscientes de la emotividad del momento. “Todo el equipo le ha abrazado porque es un cielo”, destacó después García Plaza en la sala de prensa.

En el Mallorca son conscientes de que le han puesto en el escaparate desde que debutara la temporada pasada en Primera División ante el Real Madrid, convirtiéndose en el más joven en la historia del fútbol español, con apenas 15 años y 219 días. «Todos los intermediarios y gente del fútbol sabían igualmente quién era desde hace años y sus enormes capacidades», aseguran en la entidad.

La familia del joven jugador está muy satisfecha con el trato que les ha dispensado el Mallorca desde el primer momento, justo otra de las bazas que pueden tener peso a la hora de tomar una decisión. Luka sabe que si se marcha a uno de los grandes clubes de Europa estaría obligado a bajar varios escalones para jugar y, de hecho, tiene un ejemplo cercano. Rafel Obrador, lateral mallorquín que llegó a debutar en Primera con los bermellones con dieciséis años, se ha marchado al Real Madrid y ahora milita en el juvenil B, por lo que, sobre el papel, tendrá que esperar cierto tiempo para alcanzar el fútbol profesional.

Los próximos días se antojan decisivos para aclarar el futuro de la gran perla de Son Bibiloni que desde hace meses está dando que hablar. Y ahora con más motivo porque volvió a destrozar otro récord de precocidad. A sus dieciséis años y once días es el goleador más joven en la historia del Mallorca y, según Misterchip, el segundo más joven en el fútbol profesional español. Solo José Saéz marcó más joven, tal y como explicó en las redes sociales, en un Levante-Badalona, también de Segunda División, disputado en 1949. Tenía 15 años y 337 días.