Sonríe Luis García porque las cosas no pueden irle mejor. Al técnico del Real Mallorca prácticamente todo le sale bien. Su equipo va líder, ayer ganó con contundencia a un rival que llegaba enrachado a la isla y, por si eso fuera poco, los futbolistas menos habituales, aquellos con menos minutos a lo largo del curso, le responden a las mil maravillas. «Estoy contento, claro que sí», reconocía el madrileño en rueda de prensa: «Solo nos queda seguir en la misma línea».

«El partido se puso muy de cara desde el principio. Fallamos el penalti, lo volvemos a fallar, pero después, con el 1 a 0, hemos seguido buscando portería. Es un encuentro difícil de analizar porque jugamos mucho tiempo contra un rival con diez. A veces son partidos trampa, porque puede parecer que en estos casos todo se pone muy de cara, pero no. La jornada pasada, nuestros últimos minutos con uno más sobre el verde fueron muy malos», analizó el preparador bermellón.

Luka Romero se convirtió ayer en el gran protagonista del encuentro al anotar el cuarto tanto frente al Logroñés. A Luis García se le acababan ayer los calificativos para elogiar al futbolista: «Me alegro mucho por él. Sé que todo lo que haga va a tener una gran repercusión, por eso hay que ir con cuidado. Es un chaval excepcional, un cielo, de ahí que todo el equipo se haya abrazado a él tras la consecución del gol. Me he encontrado a otros chavales con una calidad parecida a la suya, pero ninguno con su cabeza. No tiene mariposas. Es un niño, un crío excepcional, pero por ahora es solo un proyecto de futuro. Un diamante al que hay que ir puliendo poco a poco. Sin prisas».

Luis García también tuvo palabras de elogio para Abdón Prats, quien volvió a meter un gol con la elástica bermellona 525 días después: «Me he alegrado mucho por él porque es un futbolista que cada entrenamiento trabaja un montón y siente mucho el Mallorca». El técnico rojillo insistió en la importancia de contar con un amplio fondo de armario. «Si hay partidos cada 72 horas, lo tengo clarísimo, va a haber rotaciones porque no quiero lesiones».