Luka Romero no pudo contener las lágrimas de emoción tras ver cómo su disparo cruzado ante Yaroslav, portero del Logroñés, entraba en la portería. Su celebración, a esprint hacia la banda y con los brazos en alto, pudo parecer desmesurada por el momento (era el 4-0), pero con tan solo 16 años y 11 días de vida estuvo a la altura de las expectativas. Y es que Luka, argentino y criado en el Mallorca, acababa de hacer historia al convertirse en el goleador más joven en la historia del club y en el segundo en la historia del fútbol profesional español.

No es el primer récord precoz que lograr el habilidoso jugador, sino que ya al debutar el año pasado en Primera ante el Real Madrid se convirtió en el primero en hacerlo a la edad de 15 años y 219 días. Con cuidado de no someter a presión innecesaria y midiendo los pasos, el argentino continúa quemando etapas a ritmo vertiginoso y ya aporta en su faceta goleadora al primer equipo.

Tras el encuentro, Luka explicó emocionado qué supuso para él marcar un gol con el primer equipo del Mallorca. «La verdad es que he metido el gol y me he puesto a llorar. Me he acordado de mi padre, de mi madre, de la gente que me apoya. No me lo creía. Pensaba que era un sueño. El gol es para Maradona y para mi abuela”, comentó. Y lo cierto es que el destino ha querido que, en la semana en que el astro argentino ha fallecido, Luka marque gol tan solo un día antes del primero que logró el ‘10’ como profesional (16 años y 12 días).

Al acabar el partido, todos sus compañeros y cuerpo técnico se rindieron a su talento innato y él les devolvió el afecto: “La plantilla y el míster me ayudan mucho y me dan muchos consejos», reconoció.