El culebrón de la salida de Vicente Moreno se está alargando hasta un escenario de dimensiones desconocidas. El Mallorca sigue bloqueando el desenlace al entender que debe defender sus derechos en una situación en la que evidencia su profundo malestar con el preparador valenciano.

Cuando todo apuntaba en la noche del jueves que el acuerdo era inmimente, y que incluso la entidad estaba dispuesta a rebajar aproximadamente a la mitad la cláusula de rescisión del contrato del entrenador, que asciende a un millón de euros, la historia ha dado una vuelta de tuerca. El presidente Andy Kohlberg, que no está en la isla, está enfadado por la actitud de Moreno, tal y como informó este diario el miércoles, y no quiere facilitarle su adiós al entender que el club sale muy perjudicado.

El técnico firmó el pasado verano la ampliación de su contrato hasta 2022 y, a pesar de los malos resultados y el consiguiente descenso, en la planta noble de Son Moix consideran una deslealtad que se dejara querer por otro equipo a pesar de la confianza demostrada en su trabajo. Además, el Espanyol será un rival directo en Segunda División en la lucha para tratar de regresar a la elite. Por eso el Mallorca ha endurecido su postura y exige la cláusula del millón de euros al Espanyol para que el conflicto se desbloquee. El problema radica en que la entidad 'perica' no está dispuesta a abonar esta cantidad, a pesar de que ya tiene un acuerdo con el de Massanassa para las tres próximas temporadas. Moreno quiere cambiar de aires porque cree que ya ha cumplido un ciclo en el Mallorca y por eso ha preferido plantearse nuevos retos y dejar la isla para intentar devolver a los blanquiazules a Primera División.

El pulso sigue en un juego de tira y afloja que enrarece todavía más el ambiente en un momento en el que todos los esfuerzos deberían estar en planificar la próxima temporada. El propio Ortells tiene claro que en la toma de decisiones respecto a la continuidad de algunos de los jugadores que militan en la actual plantilla, los que regresan de las cesiones y, por supuesto, el capítulo de fichajes, son asuntos fundamentales en los que debe participar el técnico. Y mientras no se aclare este tema no podrán avanzar en un periodo clave del curso y con el inicio de la pretemporada a la vuelta de la esquina, fijada el 12 de agosto. Ortells quiere contar con la opinión directa del que va a dirigir a los futbolistas sobre el césped. Y hasta que no se vaya Moreno no podrá llegar el sustituto.