"Hoy pude entrenar con el primer equipo. No lo olvidaré nunca. Gracias Real Mallorca". Este es el tuit que soñaba escribir desde hace mucho tiempo Luka Romero y que por fin pudo publicar el pasado lunes, cuando saltó al césped de Son Bibiloni para ponerse a las órdenes de Vicente Moreno.

La joya de la cantera, de apenas quince años, está viviendo una semana inolvidable entrenándose con los mayores y fantaseando con la posibilidad de que algún día, a este ritmo no tan lejano, pueda ser uno de ellos. Todo a su tiempo. "Debe seguir su propio camino", advierte cauteloso su padre Diego Romero, que fue futbolista profesional tras pasar por el Quilmes y Atlético Rafaela argentinos, Alacranes mejicano, Estepona, Formentera y el Sant Jordi de Ibiza y que está dando los últimos toques en el Son Verí de Llucmajor.

Luka Romero, mexicano de nacimiento e internacional sub-15 con Argentina, es consciente de que cada entrenamiento con los Kubo, Budimir, BudimirDani Rodríguez y compañía es una gran oportunidad. El propio atacante, que cumple los dieciséis años en noviembre, compartió ayer orgulloso una fotografía con su compatriota Dani Pendín, ayudante de Moreno y una de las personas que le están aconsejando en un mundo en el que muchas promesas no han llegado a la elite. Y eso también lo sabe.

El Mallorca no quiere dar ningún paso en falso. Sabe que tiene un diamante en bruto que debe cuidar al máximo. Llegó a la entidad en agosto de 2015 después de deslumbrar en el Sant Jordi de Ibiza y ya se le hizo un contrato de ocho años, algo inusual para un alevín. En el club no lo reconocen en público, pero tiene un trato preferencial, casi como ningún otro ha tenido a tan corta edad en las categorías inferiores en toda la historia.

Lo bueno es que el futbolista ha respondido sin pestañear. Ha ido creciendo cada curso a pasos agigantados demostrando madurez, o al menos eso cuentan los que le conocen. Por eso los técnicos han considerado que merece, al igual que Rafel Obrador, otro cadete que apunta a la elite, el premio de trabajar con el primer equipo. Eso sí, es imposible que el jugador sudamericano debute este curso porque la normativa impide jugar partidos oficiales en el fútbol profesional a menores de dieciséis años. No obstante, ese es el sueño de Luka, que a pesar de que los focos le apuntan desde niño, tanto en España, como en Argentina y México, tiene claro que su prioridad es debutar con la camiseta bermellona en Primera. "Tiene al Mallorca en el corazón y siempre lo demuestra", aseguran en la ciudad deportiva.

Luka es uno de esos futbolistas que llaman la atención cada vez que coge la pelota. Ocupa la posición de mediapunta, aunque también puede caer a bandas. Desde pequeño ha sido inevitable compararle con Messiha sido inevitable compararle con Messi. Es zurdo, hábil en el regate y no destaca por su corpulencia física, justo como el astro del Barcelona.

También lleva la pelota pegada a los pies con mucha velocidad, tiene gol y se mueve con gran habilidad desde los tres cuartos del campo hacia adelante. "No me gustan las comparaciones con Messi, confiesa su padre. "Es añadirle una presión descomunal a un chavalito de quince años. Él es Luka y tiene a Messi, un futbolista único, consagrado, histórico, como espejo para aprender", precisa antes de pronunciar un discurso prudente. "Como papá uno se pone contento, pero es mejor dejar pasar todo este ruido. Aunque todavía es muy chiquito lucha y se sacrifica por el sueño de ser futbolista", explica orgulloso.

Luka se está pareciendo tanto a Messi que, como él, también pasó una prueba en el Barcelona y, también, cuida de sus intereses el mismo representante, Horacio Gaggioli, que llevó a la 'Pulga' a La Masía. No se quedó porque solo tenía siete años y no residía en la capital catalana, como estipula la norma de la FIFA de protección de menores, aunque "todo quedó abierto para más adelante", puntualiza el padre de la estrella en ciernes del Mallorca. Luka jugó con la selección argentina sub-15 en el Campeonato Sudamericano disputado en noviembre en Paraguay. Marcó goles y dio varias asistencias, pero no pudo levantar la Copa al perder la final en los penaltis ante Brasil.

El cadete está pisando el mismo terreno que Marco Asensio, otra gran perla surgida de Son Bibiloni y que ahora milita en el Real Madrid. Pero aspira a escribir su propia historia. El futuro es suyo.

Fue portada de DIARIO de MALLORCA el 11 de noviembre de 2015 tras deslumbrar en Son Bibiloni cuando todavía no había cumplido los once años. Ya se le comparaba a Messi.